sábado, 14 de enero de 2012

El Paseo de Las Reformas


Desde hace tiempo ya aburren los periodistas económicos que pontifican, los seudo liderazgos empresariales de receta fácil, los políticos adictos a la entrevista banquetera.

En suma, aquel sector de la comentocracia mexicana que ante la pregunta sobre las causas del exiguo crecimiento económico en nuestro país sigue desenfundando ese ya gastado revolver cargado con la misma y retórica bala de plata:

“Las Reformas que México Necesita”

Luego de este pomposo enunciado lo que viene también es previsible: Algún comentario sobre el arrollador crecimiento de China y su pragmatismo económico, una mezcla de lamento y admiración comparando a Brasil con México, una mención sobre los BRICS, una referencia superficial acerca de la meritocracia de la educación en Corea del Sur, acaso un apunte sobre la virtuosa conexión entre los emprendedores y el capital de riesgo estadounidense, y el colmo, hasta el rollo noventero sobre la cultura japonesa.

Creo que seguimos en un debate de piezas sueltas, anecdótico, que confunde causas con efectos, que infortunadamente sigue estacionado en dogmas, que todavía no se ha liberado de falsos dilemas entre la inexistente bondad absoluta del Estado, o del Mercado. Que no alcanza a desbrozar lo necesario de lo suficiente, lo deseable de lo posible, y esto ultimo de lo probable.

El tema no es fácil, los problemas tampoco. El rigor analítico y los tecnicismos son requeridos, estructurar la evidencia empírica también. No obstante podemos avanzar y trascender las aproximaciones fáciles y las recetas supuestamente infalibles.

Me han hecho tan afortunada como inmerecida fama de “Recomendador de Libros” pero no soy más que un lector entusiasmado, ansioso de compartir.

Así pues, menciono aquí una serie de seis libros y lecturas valiosas que nos abren nuevas puertas y nos entregan nuevas gafas para entender el problema del insuficiente crecimiento económico en México y sus soluciones.

1. ¿Por qué no somos ricos? Revista Nexos. Diciembre de 2011. Con los excelentes artículos de los economistas Gerardo Esquivel, Gordon Hanson, Jaime Ros, y Fausto Hernández Trillo.

2. Economía Mexicana: La Necesidad de Crecer. Revista Nexos Junio de 2005. Los artículos de Francisco Suarez Dávila, Rolando Cordera y Leonardo Lomelí, y Leonardo Garnier.

3. Una economía, muchas recetas. La globalización, las instituciones, y el crecimiento económico. Dani Rodrik. Fondo de Cultura Económica. México 2011

4. La economía del sector público. Joseph Stiglitz. 3ª edición. Antoni Bosch Editores. España 2008

5. Por eso estamos como estamos: La economía política de un crecimiento mediocre. Carlos Elizondo Mayer-Serra. Editorial Debate. México 2011

6. Buenas Intenciones, Malos Resultados: Política Social, Informalidad y Crecimiento Económico en México. Santiago Levy. Editorial Océano. México 2010.

domingo, 8 de enero de 2012

Manual práctico para adivinar el futuro


En el corazón de Silicon Valley, el 124 de University Avenue en Palo Alto California tiene su sede el Instituto para el Futuro. Fundado en 1968 por científicos de la Rand Corporation, en él trabajan a tiempo completo más de doscientos analistas.

¿Su chamba? Ayudar a empresas como Nokia, Apple, Toyota, Microsoft, y Pfizer a anticipar el futuro, sus tendencias, sus desafíos, sus problemas.

Sobre el futuro, mejor dicho sobre la necesidad humana de adivinar el futuro existen muchos abordajes. Karl Popper, en su “Miseria del Historicismo” afirma que la pretensión de predecir el futuro carece de todo fundamento científico y pertenece al campo de la pura superstición.

Mario Benedetti tiene un delicioso microrrelato llamado Los Bomberos, donde el personaje, un “As del presentimiento” de nombre Olegario es felicitado y aplaudido por sus amigos mientras su casa se incendia. Olegario acertó en la predicción de su tragedia.

Ha iniciado 2012, y como todos los años, estamos en la temporada donde los principales bancos y gobiernos; los periodistas económicos, los doctos académicos y los especialistas cejijuntos nos sueltan una andanada de predicciones y análisis de variopinta calidad. Suelo estudiar la mayoría, y básicamente existen dos “escuelas” o paradigmas que son utilizados en la industria de la futurología: La Perspectiva y La Prospectiva.

La Perspectiva es pronóstico, es proyección. Extrapola el presente para conformar el futuro, se hace cargo de este último desde un enfoque lineal. Por su parte, La Prospectiva viene del porvenir hacia el presente, rebasando la proyección exclusiva de tendencias, para diseñar y construir alternativas que permitan un acercamiento al futuro deseado".

Existe también otro eslabón en la cadena alimenticia de los futurólogos. Son los quiromantes, los tarotistas, las pitonisas. Aquellos que "sin conocerte, ya en la primera sesión pueden decirte toda tu vida” y saben tu pasado, tu presente, y tu futuro por una cuota módica.

Un libro clásico sobre las técnicas utilizadas por los videntes es “The Full Facts Guide To Cold Reading” de Ian Rowland. Es algo así como un manual práctico con veinte técnicas para adivinar el futuro, o por lo menos hacer creer al interlocutor que tienes esa mágica capacidad.

Por ejemplo, cuando el adivinador suelta comentarios del tipo “Siento que usted a veces es un tanto inseguro, especialmente ante personas que no conoce bien” o “Lo veo teniendo algún problema con un amigo o un pariente” está utilizando la técnica llamada “Efecto Forer” que consiste en hacer afirmaciones que parecen personales, pero que siempre podrán aplicarse a la mayoría de las personas.

Otra técnica es la “Negación Atenuada” donde el vidente dice algo así como “Pasando al terreno profesional, ¿En su oficina no trabajará una mujer rubia?” Si el sujeto responde que no, el adivinador simplemente reafirma su negación. Si el sujeto responde que sí, el adivinador dice: Lo sabia… usted trabaja cerca de una mujer rubia.

En fin… así somos los humanos, criaturas asustadizas que necesitamos la ficción de la certidumbre, que buscamos espantar esos Cisnes Negros de Nassim Nicholas Taleb.

Ahh, para terminar, también recomiendo la lectura del libro “El Futuro no Será de Nadie” de Oscar de La Borbolla. Muy bueno.

domingo, 14 de agosto de 2011

El otro 51 por ciento


Han pasado algunos meses desde la última vez que escribí algo en este blog. También he estado retirado temporalmente de mis columnas en periódicos y revistas, y sin poder atender invitaciones a programas de radio o de televisión.

¿La razón?
He querido tomar distancia del vaivén mediático, tener el tiempo suficiente y la tranquilidad reflexiva para calibrar proyectos de mediano y de largo plazo, afinar y refrescar con lecturas, con viajes y nuevas experiencias, y mediante charlas profundas con amigos a quienes admiro; mi pensamiento, mi raciocinio; esas herramientas que me dan de comer.

He hecho análisis, estudiado tendencias, informes apolíticos, escuchado con atención a personas, sintetizado miles de cuartillas leídas, únicamente con un objetivo: Tratar de escudriñar como vendrían los próximos 20-30 años para nuestro país.

No es ociosidad, pues resulta que 20 o 30 años es el horizonte que me interesa, más o menos es el lapso que si todo marcha bien, me quedaría en promedio de vida útil, (o incluso de vida, a secas)

Entonces ahora mismo no temo pecar de optimismo, y afirmo que en las próximas tres décadas nos va ir mejor a quienes vivimos y trabajamos en México, este nuestro país donde el 51% de la población tenemos entre 15 y 45 años, y que a pesar de todo, nos la estamos arreglando para salir avantes, trabajar, emprender, consumir, crear, sobrevivir, comer, estudiar, seguir adelante.

No daré mas cifras, ni abundaré sobre las diversas tendencias que he considerado para llegar a esta conclusión.

Creo que cada quien, si quiere, puede hacer su personalísimo recuento y ponerlo en la balanza de sus años venideros. Finalmente advierto que no es voluntarismo motivacional. Sostengo que nos va ir mejor en general a los mexicanos, incluso a pesar de nosotros.

martes, 1 de marzo de 2011

Mayorías: ¿Sabias o estúpidas?


Sí. Conozco la frase.

“La democracia es el menos malo de los sistemas políticos” atribuida a Winston Churchill"

También recuerdo la de George Bernard Shaw: “La democracia sustituye el nombramiento hecho por una minoría corrompida, por la elección debida a una mayoría incompetente”.

En un plano conceptual, la democracia es la elección hecha por la mayoría; o en muchos de los casos en México, por la minoría más numerosa. Entonces cabe preguntarse cuando las decisiones provenientes de una mayoría resultan sabias, y cuando resultan estúpidas.

O mejor aún, ¿De qué depende que dichas decisiones sean de una u otra calidad?

Existen tesis y evidencia empírica en uno y en otro sentido. Diversos estudios afirman que la racionalidad o el juicio individual se ven desplazados cuando se produce el denominado efecto manada, también llamado irracionalidad masiva, o exuberancia irracional.

Muchas de las explicaciones acerca de las burbujas y posteriores crisis económicas mundiales abrevan de esta hipótesis. También, los comportamientos de turbas enloquecidas, o porras deportivas fanatizadas hasta la agresión son explicadas mediante la hipótesis de la estupidez de las mayorías.

Por otra parte, existe también la tesis de que las decisiones tomadas por las mayorías resultan mejores que las tomadas por minorías, quizás el libro más popular que apoya este argumento es “La Sabiduría de las Multitudes” (The Wisdow of Crowds, James Surowiecki. 2004).

El argumento principal son los resultados posteriores y recurrentes de aquel experimento (1907) documentado por Francis Galton, donde en una feria ganadera una multitud concursaba por atinarle al peso de un buey. Entonces, el promedio de todas las posturas individuales estuvo más cerca del peso correcto, que la postura individual del experto más atinado.

Entonces: ¿En qué quedamos? ¿Son las mayorías inteligentes o tontas?

Afortunadamente, recientes investigaciones provenientes de las interacciones que suceden en comunidades y redes sociales nos llevan a una respuesta. Todo depende del contexto y el proceso mediante el cual se elige.

Las mayorías toman decisiones sabias cuando la elección individual es independiente y concurrente. Las mayorías toman decisiones tontas cuando la elección individual es interdependiente y secuencial.

Así, las características del contexto y procesos que producen mayorías con “decisiones tontas” serian las siguientes:

Existencia de dinámicas sociales que obligan o estimulan la imitación de comportamientos; difusión prematura de supuestas tendencias masivas; centralización, parcialización, y polarización de impulsores mediáticos; preselección jerárquica de alternativas disponibles; e incentivos extras para conectores y líderes de opinión en la comunidad.

Pues bien, creo mi obligación hacia el lector escribirlo tan claramente que no queden dudas: En las democracias actuales, ningún candidato “puntero” o “ganador” puede presumirse apoyado-elegido por una mayoría impoluta, cuando las maquinarias electorales de los partidos políticos evidencian tácticas que abonan a un contexto y a un proceso que privilegia las decisiones tontas.

Señores, no hay lugar para triunfalismos.

(Publicado en La Opinión Milenio. Domingo 27 de Febrero de 2011)

jueves, 24 de febrero de 2011

Se busca niñera


Quizás pueda nombrársele infantilismo social, pero mucha gente se siente ya incapaz de auto controlarse.

Asumir la responsabilidad de controlar los propios actos pareciera que ya no se hace necesario. Vea usted como hoy abundan las teorías que pretenden disculparnos del peso responsable de la libertad en cuanto se nos hace fastidioso.

Así, la responsabilidad puede ser repartida entre los padres, con la genética, con la educación recibida, con la situación económica, con cualquier circunstancia que - ¡ni hablar!- “quedó fuera de nuestras manos”.

Las empresas están aprovechando esta confusión, y en el futuro veremos más productos donde el usuario “subcontrate” o delegue el autocontrol. Un automóvil que no pueda ser conducido por alguien borracho, o tarjetas de crédito que se auto bloqueen cuando el usuario sobrepase algún límite parcial, digamos en un casino. Se llaman productos niñera.

Vivimos en sociedades donde todos somos culpables de todo, pero nadie es responsable principal de nada.

Me gusta el sencillo ejemplo que Fernando Savater ofrece al respecto:

“Supongamos una mujer cuyo marido emprende un largo viaje, la mujer aprovecha esta ausencia para reunirse con un amante, de un día para otro el marido desconfiado anuncia su regreso y exige la presencia de su esposa para recibirlo en la estación de tren. Para llegar a ella, la mujer debe atravesar un bosque donde se oculta un temible asesino. Asustada, pide a su amante que la acompañe, pero este se niega por temor a enfrentarse al marido. La mujer solicita entonces la protección del único policía en el pueblo, el cual también le dice que no puede ir con ella, ya que debe atender con idéntico celo al resto de los ciudadanos. Acude pues a diversos vecinos y vecinas, quienes también rechazan acompañarle por miedo o pereza. Finalmente la mujer emprende el viaje sola, y es asesinada por el criminal en el bosque”.

Pregunta: ¿Quién es el responsable de la muerte de la mujer?

Savater dice que cuando cuestiona con este hipotético ejemplo a sus estudiantes de ética, obtiene respuestas de todo tipo. Hay quienes culpan al marido por su intransigencia, o al amante por su cobardía, al poco profesionalismo del guardia, al mal funcionamiento de las instituciones a cargo de la seguridad, a la escasa solidaridad de los vecinos, a la posible falta de oportunidades en la etapa formativa del asesino, incluso a la inconsciencia de la propia asesinada.

Pero, sigue diciendo Savater; pocos, muy pocos, suelen responder lo obvio: que el Culpable (con mayúscula de responsable del crimen) es el asesino mismo, el que mató a la mujer.

Reflexiono sobre este ejemplo, y es obvio que Savater no apuesta a un análisis simplista. Por supuesto que las sociedades como agrupaciones humanas que son, dan lugar a fenómenos y problemas multifactoriales, donde no existe “una solución optima” para la perspectiva de todos y cada uno de quienes las integramos.

Creo que Savater nos advierte sobre este nuevo fenómeno que mencioné al principio: Sociedades compuestas por individuos que claman por niñeras. A quienes les estorba, y desean pues “subcontratar” el autocontrol que precisa la libertad de elegir.

Sociedades donde es políticamente incorrecto señalar con certeza al, o a los culpables de algo.

Sociedades donde la retórica convenenciera de poderes fácticos, o la falta de entrenamiento en procesos de razonamiento lógico de las mayorías poco alfabetizadas, hacen que sigamos extraviados en lo insustancial.

(Publicado en La Opinión Milenio. Domingo 20 de Febrero de 2011)

domingo, 13 de febrero de 2011

De parvadas y manadas


Que nadie se llame engañado. Desde el nombre, Twitter tiene algo de parvada, de manada. Ortega y Gasset estaría feliz.

Si Orson Welles fue el tiburón radiofónico que agitó el mar de la opinión pública con su narración de La Guerra de los Mundos, hoy las redes sociales son confluencia de riachuelos habitados por cardúmenes, efímeramente aglutinados por la carnada de un Trend Topic.

Desde hace semanas estoy en Twitter como @hhramos. Tengo ya algunos “seguidores”. Por ello me urge liberarme de esta anacrónica acepción: En la era pre-tuitera “ser seguido” significaba un motivo de alarma, una narrativa de la persecución, quizás de la paranoia.

He reflexionado algunas cosas gracias a Twitter, por ejemplo, tenía la duda si el consumo masivo de nota roja y amarilla era atribuible mayoritariamente a la oferta disponible en los medios de comunicación tradicionales; hoy las redes sociales demuestran que este consumo es realmente “prosumo” (Alvin Toeffler dixit) donde todos somos productores, oferentes, demandantes, y difusores, por igual.

Creo también que las redes sociales son campo fértil para el “Radicalismo Chic” Aquel término que acuñó el periodista estadounidense Tom Wolfe, (y que con su sabrosa ironía, Carlos Monsiváis ejemplificó para México en su libro Amor Perdido)

Radical chic es quien apasionadamente hace suyas causas políticas, sociales y hasta ecológicas, todas ellas tan relevantes, tan urgentes como ávidas de compromisos radicales, indiscutibles e indiscutidas; solo porque están de moda, o porque parecen ascender a sus activistas y seguidores en la escalera del reconocimiento social, en el supuesto lustre intelectual.

Un ejemplo sería el tercer despido en la trayectoria laboral de la conductora Carmen Aristegui. Hace 4 días miles de tuiteros eran #Aristegui, y todo, si, todo México perdía con su despido, con “Ese artero ataque a la libertad de expresión, ordenado por un dictador alcoholizado que nos debía la comprobación de su inocencia” Un día después, el tema candente era un encuerado en la cancha de futbol.

Claro que no todo es sombrío entre tuiteros. Tampoco creo, como escribió Ciro Gómez Leyva, que Twitter sea un callejón entre luminoso y oscuro donde uno debe internarse con linterna y afilada navaja. Hay lugar para la inocencia y para la ingenuidad, por ejemplo la de algunos políticos que retuitean afanosamente los saludos y felicitaciones de amigos y colegas, o los comentarios y notas adversas a sus rivales.

The Wall Street Journal dice que esta red social vale diez mil millones de dólares, y que empresas como Facebook y Google estarían dispuestas a pagarlos. Pero Twitter, como negocio, es todavía una promesa, que no ha encontrado una manera convincente de generar utilidades suficientes para asegurar el retorno sobre la inversión.

Según investigadores de Wharton University: Twitter se enfrenta a una serie de problemas empresariales interrelacionados. ¿De qué manera podrá Twitter ayudar a las empresas a generar un nivel de participación del consumidor que convierta el servicio en una herramienta útil de marketing y de atención al cliente? ¿Cómo podrá Twitter transformar todo eso en una estrategia factible de generación de ingresos que lo beneficie? Descubrir un modelo de éxito para Promoted Tweet es uno de los problemas que la empresa tendrá que resolver.

Con todo, he decidido seguir activo en Twitter, pues esta red social es también una herramienta que me hace posible el acceso instantáneo a las investigaciones en curso de las principales escuelas de negocios, me permite seguir las opiniones de los personajes públicos que fijan la agenda en cuestiones económicas, y además, me mantiene “en línea” con mis amigos, de quienes siempre aprendo mucho, ahora también en 140 caracteres.

Twitter/hhramos

(Publicado en La Opinión Milenio. Domingo 13 de Febrero de 2011)

sábado, 22 de enero de 2011

No tuve sexo con esa mujer


Se llama Paul Ekman, desde hace 50 años analiza científicamente las expresiones en el rostro de los seres humanos. Fue el creador del llamado “Sistema de Codificación de Acciones Faciales” Una taxonomía del mensaje emocional contenido en el movimiento de los 43 músculos faciales, y en sus más de tres mil combinaciones significativas.

Ira, miedo, sorpresa, tristeza, repugnancia, bochorno, culpa, vergüenza, felicidad, alivio, desdén, y orgullo.

Para cada una de estas emociones corresponde una, y solo una, expresión universal en el rostro humano. Aun los criminales, profesionales del engaño y de la mentira, pueden ser detectados a través de las que el estadounidense National Institute of Mental Health ha denominado “microexpresiones”: gestos involuntarios que duran fracciones de segundo, pero que para el observador entrenado, invariablemente descubren las verdaderas intenciones de quien gesticula.

Ekman tiene 76 años, es profesor jubilado del departamento de psiquiatría de la Universidad de California, ha publicado decenas de libros y actualmente asesora a la U.S. Army, al FBI, y a la CIA. La cadena televisiva Fox transmite una serie inspirada en sus contribuciones científicas, llamada Lie to Me.

The History Channel realizó el año pasado un documental llamado “Los secretos del lenguaje corporal” (En Youtube) donde el trabajo de Ekman es explicado utilizando escenas grabadas de políticos poderosos.
Clinton, Nixon, Bush, Obama, Putin, Stalin, Churchill, Roosevelt, Yasser Arafat, Tony Blair, Aznar, y Rodríguez Zapatero; entre otros. Ahí, podemos ver, cuadro por cuadro, como las microexpresiones, la postura, y el lenguaje corporal todo; hacen transparente al político mas experimentado.

Recién termino de leer el texto de Carlos Castañón Cuadros, llamado “Coahuila, hábitos y prácticas culturales” Una reseña estadística y reflexiva con los resultados en Coahuila de la encuesta que sobre el tema hizo Conaculta. 70 de cada 100 coahuilenses no han leído un libro durante el último año. Únicamente 12 de cada 100 se informan diariamente leyendo periódicos. Y se confirma: 90 de cada 100 coahuilenses son informados a través de la televisión.

2011 es año electoral en Coahuila, elegiremos a un Gobernador y a 16 diputados locales. Como ya lo he dicho en esta columna, me dispongo analizar a detalle la plataforma económica, política, e ideológica de los contendientes, los porqués, los que, los cómo, los quienes, y los cuando, de su propuesta de gobierno.

Pero dada la influencia mediática de la televisión, estimo necesaria una serie de debates televisados entre los candidatos a Gobernador. Además, son deseables mesas de análisis donde estos candidatos en lo individual, respondan directamente a los cuestionamientos de ciudadanos y expertos en temas muy puntuales: Empleo, Seguridad, Desarrollo Urbano, Transparencia Gubernamental, Sustentabilidad Ambiental, por ejemplo.

Kennedy, Lula, y Obama triunfaron porque transmitieron a sus electores ideología, proyecto, certidumbre, honestidad, y liderazgo. Los coahuilenses merecemos campañas políticas con candidatos que nos hablen de frente. Nunca campañas sucias, de miedo, de dadiva, o de vacío slogan comercial.

“No tuve sexo con esa mujer” famosa respuesta del Presidente Clinton cuando fue interrogado sobre su relación con la becaria Mónica Lewinsky.

(Publicado en La Opinión Milenio. Domingo 16 de Enero de 2011)

Economía según Warhol


La geografía económica intenta, entre muchas otras, responder a la pregunta de porque algunos países, regiones, o ciudades se desarrollan más que otras, y cuales serian los factores que impulsan dicha prosperidad.

Son bastante conocidas, y recurrentemente utilizadas entre comentaristas económicos las teorías de las ventajas comparativas y competitivas, los encadenamientos productivos, los agrupamientos (clústeres) en sectores industriales, la economía del conocimiento, la ventaja de las tecnologías informáticas, el enfoque de la formación de capital humano, y el factor gobernanza.

Pero existe un enfoque moderno, no supletorio, pero si complementario. Académicos como Richard Florida de la Universidad de Toronto, y Elizabeth Currid de la Universidad de California han profundizado sobre la bautizada “Economía Cultural”

Reconocido por su premonitoria frase: En el futuro todas las personas serán mundialmente famosas por 15 minutos, Andy Warhol fue también pionero en concebir que las manifestaciones artísticas pueden triunfar económicamente.

Es la economía según Warhol. Donde el arte, la música, la literatura, y el teatro son, ¡por fin! dimensionados como potentes impulsores del crecimiento económico, de la vanguardia social, y de la calidad de vida urbana.

¿Cuánto aporta la industria cultural a la economía de una ciudad? El primer estudio riguroso (Zúrich 1984) demostró que las letras, el teatro, y los museos de dicha urbe, devolvían directamente a las arcas municipales cantidades mayores que los montos subvencionados. Generando millones de dólares en salarios, derechos de autor, turismo, regalías, comercio, alquileres, e impuestos.

A su vez, el Banco Interamericano de Desarrollo, organismo que una década atrás no tenía acercamiento con los temas de la cultura, hoy afirma que: “Las industrias culturales tienen una función fundamental en el crecimiento económico, en la creación de los imaginarios individuales y de las identidades colectivas, y constituyen uno de los vectores principales de expresión y diálogo entre las regiones”

Celebro que algunos gobiernos municipales quieran cambiar el paradigma de la cultura como “moñote rojo” y que muestren ahora mayor compromiso para apoyar decididamente este rentable motor del crecimiento económico, impulsor de la visibilidad regional.

Aquí también, mis mejores augurios para Renata Chapa, catedrática, incansable lectora y experta promotora cultural; en su nueva tarea como Directora del Instituto Municipal de Cultura de Gómez Palacio, Durango. Un acierto de la alcaldesa Rocío Rebollo.

(Publicado en La Opinión Milenio. Domingo 09 de enero 2011)

jueves, 30 de diciembre de 2010

2011


Este, el último post del año.

Va con mis mejores deseos para 2011.

Es un abrazo para la familia y para los amigos.

Un agradecimiento por la posibilidad de continuar.

Una risa con la cual, franelero, seguiré diciéndole “viene-viene” a la vida.

Además…

Aquí un regalo del maestro Sabines.

Me encanta Dios.
Es un viejo magnífico que no se toma en serio. A él le gusta jugar y juega, y a veces se le pasa la mano y nos rompe una pierna o nos aplasta definitivamente. Pero esto sucede porque es un poco cegatón y bastante torpe con las manos.

Nos ha enviado a algunos tipos excepcionales como Buda, o Cristo, o Mahoma, o mi tía Chofi, para que nos digan que nos portemos bien. Pero esto a él no le preocupa mucho: nos conoce. Sabe que el pez grande se traga al chico, que la lagartija grande se traga a la pequeña, que el hombre se traga al hombre. Y por eso inventó la muerte: para que la vida -no tú ni yo- la vida, sea para siempre.

Ahora los científicos salen con su teoría del Big Bang... Pero ¿qué importa si el universo se expande interminablemente o se contrae? Esto es asunto sólo para agencias de viajes.

A mí me encanta Dios. Ha puesto orden en las galaxias y distribuye bien el tránsito en el camino de las hormigas. Y es tan juguetón y travieso que el otro día descubrí que ha hecho frente al ataque de los antibióticos ¡bacterias mutantes!

Viejo sabio o niño explorador, cuando deja de jugar con sus soldaditos de plomo y de carne y hueso, hace campos de flores o pinta el cielo de manera increíble.

Mueve una mano y hace el mar, y mueve la otra y hace el bosque. Y cuando pasa por encima de nosotros, quedan las nubes, pedazos de su aliento.

Dicen que a veces se enfurece y hace terremotos, y manda tormentas, caudales de fuego, vientos desatados, aguas alevosas, castigos y desastres. Pero esto es mentira. Es la tierra que cambia -y se agita y crece- cuando Dios se aleja.

Dios siempre está de buen humor. Por eso es el preferido de mis padres, el escogido de mis hijos, el más cercano de mis hermanos, la mujer más amada, el perrito y la pulga, la piedra más antigua, el pétalo más tierno, el aroma más dulce, la noche insondable, el borboteo de luz, el manantial que soy.

A mí me gusta, a mí me encanta Dios.

Que Dios bendiga a Dios.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Gerentes de gis y pizarrón


Cada año en la Ciudad de México, por ahí del mes de julio, es organizado un evento llamado ExpoManagement. El ticket no es barato, más o menos dos mil dólares se cobran por el acceso a conferencias y eventos.

Se trata de escuchar a conferenciantes famosos en el mundo de la economía, la administración, y los negocios, esos personajes que ahora se les llama “Gurús”; al tiempo que se hacen o se fortalecen redes de relaciones entre los ejecutivos asistentes.

Nunca he ido, ni quiero ir.

Para mi es una pérdida de tiempo y de dinero escuchar una versión masiva, breve, y descafeinada de las ideas de estos personajes. Para cuando el evento se realiza, ya he leído todos los nuevos libros que han publicado los ponentes, así como la crítica académica a sus nuevas y viejas teorías.

No critico la calidad de los conferenciantes, sino el formato de romería, de kermesse. Pero bueno, entiendo también que es el canal de distribución utilizado para entregar una versión light de las nuevas realidades empresariales.

Peter Drucker nunca vino. Pero si han venido Peters con su innovación en la economía del conocimiento, Hamel con sus nuevas fronteras de la gestión, Porter con su estrategia competitiva, Enríquez con su bioeconomía, Godin con su marketing de redes sociales , Hammer con su reingeniería de la corporación, Krugman con su geografía económica, , Stiglitz con su polémica alter globalizante, Yunus con su base de la pirámide, Kotler con su diagnostico del caos mercadológico, Ries y Trout con su posicionamiento de las relaciones publicas, Ohmae con su escenario global, y Mauborgne con su estrategia del océano azul; entre muchos más.

Otro que nunca ha venido, ni creo que vendrá, es Henry Mintzberg. Un profesor de la canadiense McGill University nada afecto a los reflectores del star-system intelectual.

Muchos de los arriba mencionados aseguran que Mintzberg es el pensador de administración y de negocios más importante del mundo, y ahí si estoy de acuerdo.

¿Cuál es la virtud de Mintzberg? Que no se anda con modas gerenciales, no es un animador de trucos que cualquier consultor de medio pelo recomienda sin ton ni son al primer empresario incauto que cae en sus garras. Me refiero a las frases gastadas sobre Cambio con mayúscula, la estrategia nebulosa, los equipos de trabajo protagónicos, la responsabilidad social del verde color plástico, el cascarón del liderazgo desde la filosofía grandilocuente, o los costosos clichés de temporada.

Mintzberg escudriña y explica cómo, cuándo, dónde, y porqué las iniciativas gerenciales funcionan o no. Investiga sobre el verdadero trabajo de la dirección de empresas, el día a día del gerente en la línea de golpeo, que a veces toma decisiones sin poder tener información completa.

Habla de la estrategia como un proceso emergente, iterativo, derriba los mitos del emprendedor como llanero solitario, y también cuestiona a aquellos “máster en administración” que nunca han creado, fracasado, o dirigido un negocio verdadero; los llama gerentes de gis y pizarrón.

¿Sus libros? “Directivos, No MBAs” editorial Deusto, “Mintzberg y La Dirección” editorial Panorama, “Safari a la Estrategia” editorial Granica, “The Rise and Fall of Strategic Planning” editorial McGraw Hill; y el mas reciente “Managing” de editorial Norma. Muy buen provecho.

(Publicado en La Opinión Milenio. Domingo 19 de Diciembre de 2010)

lunes, 13 de diciembre de 2010

Puedo explicarlo todo


Vargas Llosa no fue. Tampoco Fuentes, ni García Márquez, ni José Emilio.

Por su parte, Saramago, Monsiváis, Dehesa, Montemayor, y Tomás Eloy Martínez, debutaron este año ya en otros foros literarios.

La FIL Guadalajara esta mudando de piel, digamos que transita por una especie de relevo generacional, con estrellas incipientes. Elmer Mendoza (La prueba del ácido), Carlos Velázquez, (La marrana negra de la literatura rosa) y Xavier Velasco.

Edgar Salinas opina de Velasco: “Xavier será uno de los cronistas favoritos del DF que ya no conocerá Monsiváis... Y lo hará sin rodeos, salvo el propio de la ficción y el estilo metrosexual de su vocación”

Velasco ganó en 2003 el Premio Alfaguara con “Diablo Guardián”, y coincido con Edgar… Xavier, me parece, sería uno de les enfants terribles en la nueva generación de escritores mexicanos.

Auto adjetivado como antronauta, fugitivo de jaulas laborales, fetichista de la palabra, amante a la ambigua, y gurú en las ciencias del autoperjuicio; durante la FIL encargó a un muñeco de ventrílocuo la presentación de su novela “Puedo explicarlo todo”.

El nuevo libro promete, ayer lo compré en Gandhi, y absorbe desde el primer párrafo: “La pena y el cansancio también tienen límites. Uno recobra el ánimo al poco de temerse que no resiste más. Tocar fondo es también una forma de rebotar. Enterarse que en lo hondo del agujero también soplan de pronto nuevos aires… ¿Quién sabe si la muerte no es un segundo aire?”

Pero mi favorito es “Luna llena en las rocas” un libro que Tiene que ver con la buena vida que ronda en esos sitios nocturnos de mala muerte, donde el placer suele hacer trizas el deber; la huella literaria de un morbo con licencia, prisa, y causa; la persecución romántica del peligro, la congestión de elíxires, la conjura de lunas, la lujuriante oferta de saltar al vacío y entender cada oficio, vicio y maléficio con azoro infantil y premura adolescente. Esos, los ingredientes básicos de la aventura

Sí, “Luna llena en las rocas” es la crónica, la descripción erudita de los lugares emblemáticos, los imperdibles de una época en la vida nocturna de la ciudad de México, (Esa línea narrativa que en La Laguna inauguró Jaime Muñoz Vargas con sus clásicos Leyenda Morgan, y Parábola del Moribundo)

El Sarao, lugar que conserva el aire de aquellas residencias modernistas que rendían culto a los Bee Gees y a Barry White. El Riviere, santuario de ojerosos impenitentes, antrazo para aquellos que a las 5am deciden levantarse en armas contra la irrupción del alba.

El Club Quetzal, aquella disco en Reforma, la versión chilanga del neoyorquino Studio 54, donde entrar era redimir complejos de naquez o de intrascendencia social.

El Caballo Negro del Fiesta Americana, El Premier, El Prestige, El Patio, El Molino Rojo, Mocambo. Los Piano-Bar donde se venera la imagen de Agustín Lara y del maese Manzanero. El King Kong y el Bombay. Los bares de “Sangron´s” donde el cheque fresco de la burocracia salarial regresa, ineludiblemente, a Slim.

El Liverpool Pub, donde Los Bicles, un cuarteto llegado desde La Roma y La Condesa ya nos advertía que La vida es eso que sucede mientras se planea otra cosa.

Un abrazo Xavier.

(Publicado en La Opinión Milenio. Domingo 12 de Diciembre de 2010)

lunes, 6 de diciembre de 2010

Visionarios y retadores


El libro me lo regaló un amigo a quien estimo y también admiro.

Con sus socios fundó y ha hecho prosperar varios negocios; entre ellos una compañía que desarrolla y vende biotecnología en varios países, con patentes propias.

Es un empresario treintañero, habla tres idiomas y va por su segundo posgrado. Platicamos mucho y de todo. Nunca le he escuchado quejas o quejumbres por “la falta de reformas” o por “la falta de estímulos gubernamentales para competir”.

Se llama “Business Model Generation”, fue publicado hace un par de meses y aun no existe la versión en español, puede ser adquirido a través de Amazon.com. El libro fue escrito con la colaboración de más de 470 practicantes de negocios.

Inversionistas, empresarios, académicos, directores ejecutivos, emprendedores sociales, diseñadores, y consultores de negocios de 45 países aportaron su expertise bajo el principio de crowdsourcing.

Mismo principio que ha funcionado tan bien para Wikipedía y para Linux; y que está basado en la co-creación con un modelo de externalización mediante la participación masiva de voluntarios pagados para resolver un problema o realizar un trabajo, en el que tienen un peso importante los principios de auto-organización.

El libro presenta una plataforma conceptual, pero también muy practica, para entender y hacer negocios. Quien lo lea podrá reforzar su capacidad para analizar cuáles son los aspectos clave en el diseño de un negocio o de una nueva empresa, que permiten augurar su éxito, o de plano, saber sus límites, flancos débiles, y peligros.

Por ejemplo, presenta una herramienta muy sencilla, donde cualquier propietario, responsable, o emprendedor, es guiado a plantearse y contestar preguntas como las siguientes:

Bajo la perspectiva de nuestros clientes y prospectos, ¿Cuál es el valor que les entregamos? ¿Cuáles de sus problemas ayudamos a resolver? ¿Cómo son los clientes que atendemos? ¿Qué canales de distribución utilizamos y porque? ¿Cómo el negocio se integra a la rutina de consumo de los clientes? ¿Cuáles son los “momentos de la verdad” en las relaciones con nuestros clientes?

¿Cuál es el factor real por el cual los clientes pagan? ¿Cuál es la razón por la cual los clientes pueden preferirnos sobre otras opciones? ¿Cuáles son los recursos y competencias clave que la compañía debe poseer? ¿Cuál es nuestra estructura de costos y gastos?

Básicamente, el libro explica que todo negocio (todo) está compuesto de nueve bloques: 1.- Una propuesta de valor, (lo que nos compran). 2.- Uno o varios segmentos de clientes atendidos (quienes nos compran). 3.- Un modo de relacionarse con los clientes, (como atendemos y retenemos a nuestros clientes). 4.- Uno o varios canales de distribución, (como llegamos y entregamos a nuestros clientes). 5.- Un conjunto de actividades clave, (que cosas debe hacer el negocio sin fallar). 6.- Un conjunto de recursos clave, (los activos imprescindibles del negocio). 7.- Un conjunto de socios y asociados clave, (con que personas o empresas debe asociarse el negocio). 8.- Una estructura de costos (donde debe invertir y gastar el negocio para ser rentable) y 9.- Una manera de generar utilidades (cuales son las cosas o los momentos que hacen sonar la caja registradora).

El libro presenta muchísimos ejemplos, desde como Google y Youtube resolvieron la manera de generar consistentemente ingresos y utilidades, (algo que Facebook y Twitter aun no resuelven), como la industria de medios puede integrar a su modelo de generación de ingresos a los nuevos canales de comunicación y las redes sociales. Como Flickr y Skipe, estas empresas de almacenamiento de imágenes en línea y telefonía por internet, han resuelto sus ecuaciones de negocio con el modelo Freemium.

Lea este libro, y estará 100% actualizado con una nueva forma de hacer negocios.

(Publicado en La Opinión Milenio. Domingo 05 de Diciembre de 2010)

miércoles, 24 de noviembre de 2010

La liturgia del PRI


El PRI institucionalizó la Revolución. En su ensayo ¿Un siglo de Revolución o la Revolución de hace un siglo? (Nexos, Noviembre 2010) Javier Garciadiego, historiador y presidente de El Colegio de México; dibuja cinco etapas. Una primogénita etapa épica, la década de las grandes batallas y los bravos caudillos.

Después, la etapa proteica, los cimientos del estado mexicano posrevolucionario, los años donde se agrupan y se disciplinan los generales revolucionarios para repartirse el poder, cuando germina ese discurso legitimador desde el nacionalismo, el agrarismo, el reparto de parcelas, la justicia social.

Una tercera sería la etapa institucionalizante. 1946 y el nacimiento del Partido Revolucionario Institucional como tal, la llegada de los civiles al poder presidencial con Miguel Alemán Valdez, el relevo generacional con los llamados “Cachorros de la Revolución”. Etapa que duraría hasta el fin del sexenio de la abundancia fallida, el de López Portillo, autodenominado “Ultimo Presidente de la Revolución”.

Después, en el discurso político la palabra Revolución sería sustituida por diversos fetiches, a modo o conveniencia: Renovación Moral, Modernidad, Solidaridad, Liberalismo Social, Sana Distancia, Participación Ciudadana; palabras rotundas todas, grandotas, barrocas como catedral.

Pero quiero detenerme en esta etapa institucionalizante, y recrear ese modus folklórico que parece regresar por sus fueros.

La liturgia priísta. El conjunto de signos, señales, claves, valores entendidos, frases lapidarias, ritos, y rituales, que todo aspirante a los beneficios de la justicia revolucionaria cual pasajero del carro completo, debía conocer y perfeccionar.

Por ejemplo, cualquier político de esas épocas dominaba un amplio repertorio de abrazos: uno para el candidato ungido, incondicional y fraterno. Otro para el enemigo político, frio, distante, respetuoso, y “de usted”. En medio de ellos varios, donde la calidez y la sonoridad de los palmoteos en la espalda se dosificaban con cirujana precisión, con algebraico calculo futurista.

Ahhh, y las frases, deliciosas todas: “En política, la moral es un árbol que da moras”, “La política es el arte de lavarse las manos con agua sucia” “Ni los veo ni los oigo” “México debe prepararse para administrar la abundancia” “Un político pobre es un pobre político” “Defenderé el peso como un perro” “En México no existen presos políticos, solo delincuentes comunes”

Y los llamados “Jilgueros” jóvenes de verbo florido y de oratoria incendiaria. Los teloneros en aquellos multitudinarios mítines de lonche y de cachucha, quienes a punta de lugares comunes evidenciaban su ambición y su capacidad para pertenecer a la nomenklatura.

El político de base popular, cuya pesadilla recurrente era que le fuera arrebatada la repartición de las despensas, la capacidad de condonar multas y recargos, el poder de engordar nominas gubernamentales incorporando a los amigos y cooptando al mas gritón del graderío, o perder la comisión del contratista en el siempre clásico “Haga obras compadre”.

Pero esto no es un juicio sumario, sino un ejercicio lúdico, hasta cariñoso diríamos. La liturgia priísta tiene aun varios demonios por exorcizar en su proceso de reconstrucción, que bien podría relanzarse simbólicamente a partir del Centenario de la Revolución Mexicana.

(Publicado en La Opinión Milenio. Domingo 21 de Noviembre de 2010)

domingo, 21 de noviembre de 2010

Volver al primer amor


Los libros hablan, y no me refiero únicamente a los llamados audio-libros. Me explico: Estoy frente a la lap-top, de noche, mi silla, la mesa de trabajo, un café con canela, los cigarros. Ya empezó el frio en La Comarca Lagunera, y he sacado las que suelo llamar “camisas de leñador”, esas a cuadros y de gruesa franela. Así, decido cual tema escribir hoy para mi columna dominical en La Opinión-Milenio.

Subo a mis libreros; y como si alguien me llamara volteo a mirar las repisas más altas, ahí donde mantengo los clásicos de finanzas, este mi primer amor.

Agarro “Finanzas Corporativas” de Ross, Westerfiel, y Jaffe; “Principios de Inversiones” de Bodie, Kane, y Marcus; y “Las Finanzas en Las Empresas Multinacionales” de Eitman, Stonehill, y Moffett.

Los tres libros suman 2,489 páginas, y sí, están plagadas de números, tablas, y formulas. Pero ruego al lector no especialista seguir leyendo. Ofrezco aquí sintetizar algunos conceptos directos y útiles que estos libros nos enseñan.

Tener créditos puede ser conveniente o puede resultar desastroso. Básicamente depende de cuatro cosas: La deuda es buena cuando su destino sea un activo productivo, que producirá con toda seguridad más dinero que el importe y el costo de la deuda.

Es buena cuando la periodicidad en los flujos de dinero producidos por este activo es más ágil que la periodicidad en las obligaciones de pago. Es buena cuando el activo es susceptible de ganar plusvalía con el tiempo, y por el contrario, la deuda principal es susceptible de disminuir por efectos de la inflación. También es buena si el costo de los intereses es fijo, o menos susceptible de aumentar ante desordenes económicos, esto comparativamente con el aumento en los rendimientos del activo.

Nunca es bueno para un negocio pedir prestado para fiar sus productos, a menos de que la institución prestamista asuma el riesgo de impago de los clientes, o que el margen de ganancia neta sea tan amplio que pueda soportar un porcentaje de clientes morosos. Tampoco es recomendable pedir financiamiento en divisas extranjeras si el negocio no las genera.

Aun cuando siempre es conveniente para un negocio tener dinero en caja y bancos, tenerlo en exceso significa estar dejando de ganarlo, porque si alguien tiene un buen negocio, ¿Qué sentido tiene colocar los excedentes prestándolos con menor rentabilidad a un banco?

No hay ninguna inversión que otorgue ganancias seguras. Existen inversiones bancarias llamadas de “renta fija” que seguramente otorgan un interés previamente pactado, pero esta tasa de interés puede resultar menor que la inflación, por lo cual la ganancia tampoco es segura.

Muchos de los que invierten en valores de los llamados mercados de renta variable, como acciones y divisas, afirman que no ganan por vender caro, sino por comprar barato. Entran a comprar al mercado cuando la mayoría está vendiendo (por ejemplo cuando la bolsa cae, o el dólar “esta barato”) y venden cuando las mayorías enfebrecidas vuelven a comprar y los precios están en aumento. Para ellos, ganar es solo cuestión de tiempo.

Una cosa más. En Excel todos los negocios se ven perfectos. No haga tanto caso a las llamadas “corridas financieras” los números son solo supuestos, basados en premisas que debemos siempre cuestionarnos al límite.

En mi experiencia, ningún financiero confiable suele hablar con números o con formulas apantalladoras, por el contrario, habla con claridad y con sentido común. Nunca resulta conveniente invertir en algo que no puede ser explicado con sencillez.

(Publicado en La Opinión Milenio. Domingo 14 de Noviembre de 2010)

domingo, 7 de noviembre de 2010

Escenarios sobre el fin del PRI


“Sería muy extraño que el PRI fuera eterno. Avanzamos a la fecha en la cual terminará”

Así inicia el ensayo publicado en 1985 por Gabriel Zaid, donde precisamente analizaba diversos escenarios que conducirían al resquebrajamiento del monopolio en el poder que el PRI mantuvo hasta esa década.

Premonitorio, Zaid advertía un escenario donde las fisuras iniciales vendrían desde la pérdida de gubernaturas en estados alejados del centro del poder presidencial, además de una escisión importante en “la cola” del reclutamiento político, donde hasta esa fecha, quien se movía no salía en la foto.

Así fue. El PAN accedió al poder con el impulso de “Los barbaros del norte” un grupo de políticos que llegaron desde las organizaciones empresariales y ciudadanas, y que luego gobernarían estados en el norte y en el bajío. El PRD, como sabemos, resultó del rompimiento de un sector ideológico del priísmo, encabezado por notables.

Pero el PRI no desapareció. Perdió mayorías en los congresos, gubernaturas, y la Presidencia de México. Como apuntaba el politólogo estadounidense Roderic Ai Camp, disminuyó también su eficacia como agencia de colocaciones, su funcionalidad unánime como órgano de control y legitimación política para el “Señor Presidente de la Republica”. Aquel presidente todopoderoso, que cuando preguntaba ¿Qué horas son? La invariable respuesta era: Las horas que usted diga Señor Presidente.

Pero nadie ha escrito (todavía) un ensayo totalizador cuyo tema sea los escenarios sobre el regreso del PRI. El ritmo vertiginoso en la historia política reciente ha negado a la academia esa indispensable perspectiva temporal. El abordaje posible es hasta hoy anecdótico, necesariamente periodístico, digamos coyuntural.

Hay quienes afirman que en esencia, el PRI nunca se fue, que siendo el padre de todo el entramado institucional de la política en México, y el creador de la mayoría de las instituciones mediante las cuales el Estado (con mayúscula) ejerce el poder y la redistribución económica, la idea de su “desaparición” fue un despropósito histórico.

¿Regresará el PRI a Los Pinos? No lo sabemos obviamente. Pero si empiezan a dibujarse los primeros trazos de este paisaje, y quizás; así como se fue, así regresará. Desde el poder de los estados, desde la lectura social y la actuación política de gobernadores carismáticos, de operadores cuya divisa sea la garantía de extrapolar mayorías electorales locales al escenario nacional, de quienes han recompuesto “la cola” de la disciplina y del reclutamiento político, de quienes han devuelto esa afirmación que para muchos ya era secreta: el decirse priísta.

Como académico mi objeto de análisis e interés será la formación de la oferta política, de la ideología, de la respuesta al ¿para qué? del poder. Entretanto, no alcanzo todavía a divisar la figura en el plano nacional de un ideólogo con el calibre del viejo Reyes Heroles.

(Publicado en La Opinión Milenio. Domingo 07 de Noviembre de 2010)

lunes, 25 de octubre de 2010

Con vista al mar


Lo he hecho en Saltillo y en Monterrey. Hace unas semanas también en Pachuca, siempre en ciudades tierra adentro. Disfruto el desconcierto, ese bucle mental que causa mi respuesta.

Llego al mostrador de registro en el hotel, y cuando pomposamente me preguntan qué tipo de reservación tengo… Impertérrito respondo que tengo confirmada una habitación con vista al mar.

He tenido respuestas de todo pelaje, la ultima deliciosa: Señor, en este hotel “no manejamos” mar.

Pero bueno, hoy quiero escribir sobre Neruda, Hemingway, y Sabines. Una enorme cita para tres capitanes de la poesía y de la narrativa marina.

Neruda sigue viviendo frente al mar. Como en vida lo hizo y lo pidió: Compañeros, enterradme en Isla Negra frente al mar que conozco, a cada área rugosa de piedras y de olas que mis ojos perdidos no volverán a ver.

En “Confieso que he vivido” su libro de memorias, se confiesa malacólogo. Coleccionista de caracoles y de conchas marinas. Más de quince mil provenientes de los mares del sur, de China, de las costas de Cuba, de México, y de España, Filipinas, Japón, y el Mar Báltico.

La poesía de Neruda es tierna y salobre. Proveniente no de un bucanero, (Como lo fueron Joseph Conrad y Herman Melville, ambos miembros de la marina mercante en su juventud) sino de un amoroso observador:

Inclinado en las tardes echo mis tristes redes a ese mar que sacude tus ojos oceánicos

Padre mar, ya sabemos cómo te llamas, todas las gaviotas reparten tu nombre en las arenas: ahora, pórtate bien, no sacudas tus crines, no amenaces a nadie, no rompas contra el cielo tu bella dentadura…

Sabines se decía peatón, más que poeta. Lo escuche leer sus poemas desde una silla de ruedas. “Fuimos al mar. ¡Qué miedo tuve y qué alegría! Es un enorme animal inquieto. Golpea y sopla, se enfurece, se calma, siempre asusta. Parece que nos mirara desde dentro, desde lo hondo, con muchos ojos, con ojos iguales a los que tenemos en el corazón para mirar de lejos o en la oscuridad”

Y este inolvidable: “En las playas del pueblo sentí que era sencillo, enormemente sencillo, amar”

Hemingway es rudo. Dedicó su vida a esa fina orfebrería que algunos hombres eligen: La construcción del mito propio.

Para mí, y mas allá de Por Quién Doblan las Campanas, de Adiós a las Armas, de El Viejo y el Mar, del Pulitzer o del Nobel; Hemingway es ese hombre curtido por la guerra y por el sol, quien con una vieja gorra de marinero y un mojito en su mano derecha, resignado contempla como se le escapa la tarde y la vida en La Habana.

Viejo… Te abrazo y te escucho cuando me dices: “El hombre no está hecho para la derrota. Un hombre puede ser destruido, pero no derrotado”

(Publicado en La Opinión Milenio. Domingo 24 de Octubre de 2010)

miércoles, 20 de octubre de 2010

Fumadores


420,204 adultos somos fumadores en Coahuila.

El 22.9% de la población mayor de 20 años en Coahuila según ENSANUT-CONAPO 2006 (Encuesta Nacional de Salud y Nutrición SSA, y Consejo Nacional de Población)

Y no se trata de riquillos viciosos. En Coahuila el 78.80% (846,154 personas) de la población que trabaja, gana menos de $8,178 pesos mensuales (Aregional.com, y Comisión Nacional de Salarios Mínimos)

Los 20 diputados locales que ganaron las elecciones en Coahuila en 2008 sumaron 443,023 votos.

Los 7 diputados federales que ganaron las elecciones en Coahuila 2009 sumaron 504,932votos.

Mas allá del discurso de estigmatización social hacia los fumadores, de las leyes que (de facto) nos segregan de lugares públicos, y de las pornográficas imágenes que ahora estaremos obligados a cargar en cada cajetilla.

¿Ningún diputado defendió nuestro bolsillo?

Cuán impune resulta cargarnos la mano recaudatoria.

domingo, 17 de octubre de 2010

Sin chamba y sin novia


No me desagrada el café de Starbucks. Pero si me parece deficiente el servicio; ese ambiente tan sospechosamente parecido a una franquicia fast-food. Creo que existen opciones locales mas autenticas: El Cardenche, El Society, o El Java Times. En este último solían tener libros, y ahí me reencontré, después de veintitantos años, con “El Premio Nobel”.

Una vieja novela de Irving Wallace. Una mezcla de ficción, historia, anécdotas, y datos duros; que de alguna manera familiarizan al lector con los procesos mediante los cuales el Parlamento Noruego, (Nobel de la Paz), la Academia Sueca (Química, Física, y Literatura), el Karolinska Institute (Medicina), y el Banco Central de Suecia (Economía), consideran, eligen, y reconocen a sus laureados.

Creo por eso, cada año sigo con interés las predicciones y apuestas que en muchos países se hacen respecto a los candidatos a obtener el Nobel de Economía.

Tengo también mis favoritos entre los ya premiados. Por supuesto el polémico Stiglitz, quien recorre el mundo para seguir regañando a sus alumnos, hoy banqueros centrales y ministros de finanzas. Nash y su mente brillante, quien fue uno de los pioneros en la teoría de juegos, (después vendrían Aumann y Schelling). Vernon Smith, un profesor en la Universidad de Arizona con la catadura de viejo rebelde en Harley.

Este año el premio fue para Peter Diamond, Dale Mortensen, y Christopher Pissarides. Nada menos, y textualmente por “Su análisis de los mercados con fricciones de búsqueda”. Así que una pregunta obligada sería ¿Qué demonios es eso?

En general, un mercado es el espacio o mecanismo mediante el cual se encuentran vendedores y compradores para hacer transacciones voluntarias. Existen diferentes tipos de mercados, pudiéndose clasificar según su eficiencia (capacidad de hacer intercambios que satisfagan óptimamente a las partes) y según su transparencia (disponibilidad de información, y capacidad de asumirla en forma optima por las partes para su toma de decisiones).

Un mercado, digamos eficaz, y entendiendo “optimo” como con las condiciones mínimas necesarias para decidir y efectuar la transacción, es el mercado bursátil. En él diariamente se compran y se venden millones de acciones y otros instrumentos gracias a un mecanismo que en realidad es una subasta, con posturas móviles de compra y de venta.

Bueno, los mercados de búsqueda son aquellos donde las transacciones resultan difíciles de realizar, porque los compradores y los vendedores deben “buscarse y encontrarse” caso por caso y directamente, ya que el bien a intercambiar no tiene características estandarizadas, la información es escasa, o puede obtenerse únicamente hasta después de que la transacción se realiza, existiendo también altos impedimentos (barreras de salida) para deshacer el trato efectuado.

Entre los “mercados de búsqueda” tenemos el mercado laboral, el inmobiliario, y el mercado matrimonial. Es posible que existan simultáneamente un buen número de vacantes y un alto índice de desempleo. Es posible que el mejor candidato no obtenga el puesto ideal. Es posible que la mejor casa en venta tarde más tiempo en venderse.

En fin, es posible y explicable que en los mercados de búsqueda, las fricciones (es decir los obstáculos propios en la naturaleza del intercambio) impidan que la oferta y la demanda se crucen óptima y velozmente.

Por eso, el galán más talentoso y trabajador pudiera nunca conseguir chamba por Internet o encontrar novia recorriendo antros.

Por eso los corredores de bienes raíces cargan con tres celulares, uno para atender compradores, otro para atender vendedores, y el tercero para uso personal. Por eso las grandes constructoras de vivienda enfocan al gran segmento de mercado que nunca “le pondrá peros” a la hechura en serie.

Además, y también por eso, después de una crisis económica que destruye empleos, es tan lento y tan difícil recuperarlos.

(Publicado en La Opinión Milenio. Domingo 17 de Octubre 2010)

miércoles, 13 de octubre de 2010

Sin chamba, sin novia, y sin casa


¿Por qué tapizar con currículos las bolsas de trabajo en Internet nunca será la mejor manera de conseguir empleo?

¿Por qué los bares de solteros no son el mejor lugar para conseguir una relación afectiva estable?

¿Por qué los corredores de bienes raíces cargan con 3 celulares cuando están trabajando?

¿Por qué las grandes constructoras de vivienda prefieren vender casas en serie?

¿Por qué es tan políticamente oportuno que Diamond, Mortensen, y Pissarides hayan obtenido el Nobel de Economía 2010?

En mi próxima columna…

lunes, 11 de octubre de 2010

Lucro Sucio


Marcial Lafuente Estefania. Digamos fue el rudo Corín Tellado del viejo oeste, a quien en mi adolescencia también leí. Mucho, como quien botanea cacahuates.
Novelitas muy accesibles en precio, herederas del pulp norteamericano, y disponibles quincenalmente en cualquier estanquillo de revistas.

Los personajes eran los mismos siempre: Un sheriff maloso; un enigmático cowboy procedente de lejanas tierras, muy rápido con su revólver. El Saloon con bailarinas de luminoso corpiño y oscuro pasado; la merecedora hija de un honrado granjero; o una bella y muy reservada viuda, quien luchaba por no perder su rancho a manos de algún terrateniente ambicioso, si de hectáreas pero más de sábanas.

Otro tema también es repetitivo: En México leemos poco, según estadísticas de la UNESCO, en promedio un libro por año por persona; y cuando alguien menciona que infortunadamente “Ese libro es El Libro Vaquero” suelo ponerme de muy buen humor, y opinar que el problema no es leer libros vaqueros, sino únicamente leer eso.

Pero así es el negocio editorial. Miles de libros se publican anualmente, pocos se venden, y aun menos se leen. Esa es la razón por la cual es cada vez más común toparse con el llamado gancho de anaquel: Títulos con impúdica hambre de atención, abusivos en la inclusión de palabras del mayor rating, como Dios, Sexo, Dieta, Amor, Dinero, Corrupción, o Violencia.

Al margen: El título que mas me gusta es “Los Recuerdos del Porvenir” de Elena Garro, también me gustan “Irás y no Volverás” y “No me preguntes cómo pasa el tiempo” ambos de José Emilio Pacheco.

Pues bien, recién termine de leer un libro buenísimo. Estuve tentado a no comprarlo justamente por su título. Se llama “Lucro Sucio. Economía para los que odian el capitalismo” Casi pensé que el autor sería una de esas charlatanas figuras televisivas que a algunas universidades, ahora les da por contratar como “conferencistas magistrales” para sus congresos de liderazgo estudiantil.

Afortunadamente lo hojeé, (pues la editorial Taurus no acostumbra publicar basura) me convenció, y no me equivoqué. El autor es Joseph Heath. Filósofo, politólogo, economista, y profesor en la Universidad de Toronto.

El libro tiene dos partes, y nada que ver el estridente título con la calidad del contenido:

Parte Uno. Las seis mentiras económicas de La Derecha: El capitalismo es natural o por qué el mercado en realidad depende del gobierno. Los incentivos importan excepto cuando no importan. Por qué la competencia no es siempre lo mejor. El mito del gobierno como consumidor de recursos. Por qué la competitividad no es algo importante, y Cómo el derecho malinterpreta el riesgo moral.

Parte Dos. Las seis mentiras económicas de La Izquierda: La falacia de los precios justos. Por qué hacer dinero no es malo. Por qué es poco probable que el capitalismo se derrumbe. Igualdad salarial y trabajos que nadie quiere hacer. Por qué el capitalismo produce pocos capitalistas, y Cómo NO promover la igualdad.

Léalo, confirmará usted que la mayoría de las discusiones políticas acerca de los retos económicos en México, que muchas de las columnas periodísticas de economía y finanzas, incluso que los “grandes pronunciamientos económicos” de opinadores que utilizan el disfraz de ser expertos; son eso…

Puros cuentos de vaqueros.

(Publicado en La Opinión Milenio. Domingo 10 de Octubre de 2010)

martes, 5 de octubre de 2010

Ver las caras de las mujeres


El cine es mujer. Del griego Kinema, quiere decir movimiento, pero también trastorno, ilusión, y conmoción.

No voy a citar a Emilio García Riera, lo prometo. Menos insistiré en que mas allá del kitsch, Orol es un director de culto en Francia. Tampoco bromearé sobre que -Los Jorges- Luke y Reynoso, son para Almada, los Bardem y Banderas de Almodóvar. No preguntaré al lector cual es el mejor mafioso en las seis caracterizaciones que ha hecho Pacino.

No haré referencia a la hamaca de Pepe Alonso y María Rojo. Tampoco a la caliente escena en el depa clase mediero con la paisana Zabaleta. Menos acudiré a ese preciosista deslinde entre cineastas y videoastas. Nunca me adornaré con Kurosawa, (Akira, no Kiyoshi). No buscaré referencias antropológicas en el paseíllo de la fiesta brava para hablar de Tarantino en la escena de Perros de Reserva.

No diré algo de Jaime Humberto, ni de Jodorowsky, de Retes, de Buñuel, de Cuarón, de García Agráz, de Arau, de Carrera, de González Iñárritu, de Ripstein, de Bustillo Oro, de Sariñana, de Cazals, de del Toro, del Indio Fernández, de Gavaldón, de los luchadores de Chano Urueta, de Sabina Berman, de Jorge Fons, o de Ismael Rodríguez

No diré que la fotografía de Figueroa es un lienzo de Murillo. No argumentaré sobre la superioridad de la carrocería de Angélica Chaín sobre la de Sasha Montenegro. No habrá hueso volador de Kubrick. No hablaré de cine con “compromiso social”, ni de posmodernismo, menos de directores que desafían “el modo tradicional de retratar a la sociedad”

No comentaré que Hitchcok y Buñuel irremediablemente parten desde Dalí, o que la teoría de “El camino del héroe” de Campbell y de Jung, es el eterno hilo conductor para Lucas, para Spielberg, y para Stone, (Oliver, no Sharon) No diré que los políticos de ahora debieran aprender de “Ausencia de Malicia” con Paul Newman.

No confesaré que la única película que me hizo llorar es una que no vi y que no quiero ver. La Última Nieve de Primavera. Lloré cuando me la platico Claudia. Porque nunca, por ningún motivo, un padre debiera sobrevivir a su hijo.

Lo que si diré, es que del cine únicamente he aprendido a ver las caras de las mujeres. El cine es mujer. Del griego Kinema, quiere decir movimiento, pero también trastorno, ilusión, y conmoción.

Y así, de corridito, sin tomar aliento. Porque de todos modos nos lo quitan:

Greta Garbo, Marlene Dietrich, Sophia Loren, Brigitte Bardot, Penélope Cruz, Nicole Kidman, Sharon Stone, Angelina Jolie, Charlize Theron, Dolores del Rio, Rita Hayworth, Marilyn Monroe, Elizabeth Taylor, Anna Magnani, Angélica Chaín, Sasha Montenegro, Edwige Fenech, Kim Basinger, Gloria Swanson, Jean Harlow, Bette Davis, Ginger Rogers, Ana Claudia Talancón, María Félix, Claudette Colbert, Vivien Leigh, Ana de la Reguera, Joan Crawford, Lana Turner, Lauren Bacall, Meryl Streep, Ingrid Bergman, Judy Garland, Ava Gardner, Grace Kelly, Kim Novak, Audrey Hepburn, Úrsula Andress, Jane Fonda, Jamie Lee Curtis, Candice Bergen, Faye Dunaway, Catherine Denueve, Michelle Pfeiffer, Uma Thurman, Sophie Marceu, Raquel Welch, Jacqueline Bisset, Melanie Griffith, Rene Zellweger, Salma Hayek, Demi Moore, Mónica Bellucci, Juliette Binoche, Cameron Díaz, Julia Roberts, Kirsten Dunst, Cate Blanchett, Susana Zabaleta, Catherine Zeta-Jones, Scarlett Johansson, Natalie Portman, Kate Beckinsale, Halle Berry, Carole Lombard, Jodie Foster, Elsa Aguirre, Meche Barba, Rosa Carmina, Irma Dorantes, Miroslava, Andrea Palma, Ninon Sevilla, Bo Derek, Farrah Fawcett.

(Publicado en La Opinión Milenio. Domingo 3 de Octubre 2010)

martes, 28 de septiembre de 2010

Semana de placeres


Umair Haque, profesor en Harvard y nuevo gurú de la estrategia corporativa en un mundo hiper conectado por las redes sociales, afirma que el periódico matutino impreso está condenado a desaparecer.

Estoy de acuerdo. Pero no será con esta generación.

Durante mis recientes vacaciones, disfruté recibir tempranito, todos los días, la edición impresa (y ricamente olorosa) de The Wall Street Journal en la habitación, súmele usted un café robusto, recién hecho, mas mi ineludible cigarro rojo; y pues… Umair Haque: coincido en un 95% con tu prospectiva. Pero lo siento, en medios impresos lo que hoy llamas anacronismo para muchos seguirá siendo placer.

Al margen: Una de las confusiones típicas cuando se analizan las graficas de series de tiempo, es equiparar la estacionalidad con la tendencia. Digamos que es un error amateur de interpretación estadística. Lo digo porque han circulado diagnósticos hechos sobre las rodillas acerca de una minusvalía estructural de la industria automotriz y de sus redes de proveeduría en Coahuila.

Según un estudio publicado el pasado lunes por WSJ, 16 de cada 100 automóviles nuevos en EUA, son adquiridos por personas mayores de 65 años. Y si durante la peor parte de la crisis, las ventas estadounidenses de automóviles nuevos cayeron de diez a siete millones anuales, para 2018 la demografía y el incremento en la media de los ingresos poblacionales marcan una tendencia que llevaría a las armadoras automotrices a servir una demanda sostenida anual de 15 millones de vehículos nuevos.

Son muy buenas noticias para la estrategia de fomento económico en Coahuila, en Guanajuato, en Puebla, y en Sonora.

Ya de regreso, y para aprovechar las horas de vuelos, cargué con “La libertad de ser distinto” el nuevo libro de Oscar de la Borbolla.

Otra vez al margen: No he podido evitar quedarme con “el ojo cuadrado” las muchas ocasiones que he visto cuando personajes como Hernán Lara Zavala, Jorge Volpi, Pedro Ángel Palou, y el propio de la Borbolla; saludan con alegre camaradería de colegas y atienden con atento respeto de pares, a intelectuales laguneros como Jaime Muñoz Vargas, Edgar Salinas, o Gilberto Prado; mientras ignoran con desdén a toda una tropa de escritores-wannabe y funcionarios de la burocracia cultural que van rogando por algún fugaz gesto de reconocimiento en los pasillos de la Feria Internacional del Libro en Guadalajara.

Ahora bien, Oscar de la Borbolla se ha convertido en el símbolo contemporáneo de que el pensamiento filosófico puede ser expresado con una deslumbrante narrativa. No deseo hacer aquí una reseña del libro, pero si transcribir un par de párrafos que nos hacen hermosos guiños desde su perfecta prosa.

Sobre el olvido: “El olvido es un territorio inmenso donde las cosas mueren por segunda vez y tan silenciosamente que ni siquiera nos dejan en situación de duelo… Un día uno se despierta sin ellas y no lo nota ni se vuelve a acordar de que estuvieron. El olvido es la experiencia más común y corriente que tenemos para entender la Nada”

Sobre la especialización: “Especializarse no es meterse en un círculo vicioso, sino en un remolino que envicia… Cada quien consigue, a lo mucho, medio especializarse en su propia vida. Yo por eso he metido más remolinos a la mía, y conozco de varias turbulencias… Doy de vueltas en torno a tantas cosas, tengo varios amores simultáneos, unos muchos futuros recorridos a medias, y unos pocos pasados que todavía me alcanzarán para algo”

En la próxima columna… Prometí a Marcela Moreno; amiga, cinéfila, y jefaza de La Opinión Milenio, escribir sobre otro de mis remolinos, la literatura cinematográfica. Entretanto, de Jean-Luc Goddard: “La fotografía es verdad. El cine es verdad 24 veces por segundo”

(Publicado en La Opinión Milenio. Domingo 26 de Septiembre de 2010)

lunes, 27 de septiembre de 2010

Money Never Sleeps


Dicen que está de regreso…

Digo que nunca se fue.

Por cierto:

Conviene precisar la diferencia entre codicia, avaricia, y ambición.

domingo, 26 de septiembre de 2010

La responsabilidad empresarial


La ética y la responsabilidad social no son “otro asunto más” respecto a las organizaciones, los negocios o la administración; se trata de temas que han venido a ser un campo reciente y profuso en las discusiones académicas desde las escuelas de administración y de ciencia política.

Constituyen también una tarea no resuelta en muchas de las empresas y gobiernos que hoy conocemos. Por ello es deseable ―y urgente― contextualizarlas.

Henry Mintzberg (En Mintzberg on management, inside our strange world of organizations Mc Gill University, The Free Press, Canadá, 1989) aborda la responsabilidad social empresarial desde un pragmatismo incluyente, como una serie de respuestas conceptuales a la pregunta ¿Quién debería controlar a la corporación?

Justifica entrar por esta puerta dialéctica al afirmar un hecho notorio: las corporaciones están convirtiéndose en un animal social cada vez más dominante, acumulando poder y recursos en su entidad, y paradójicamente, su propiedad accionaria (que no su control), está fragmentándose. De ahí la pertinencia del cuestionamiento inicial.

Desarrolla para ello ocho perspectivas, ubicándolas en un espectro conceptual que denomina (y grafica) como herradura, donde los extremos suponen un control desde radicalismos ideológicos, y el centro una especie de dejar hacer y dejar pasar.

Confiar en la buena voluntad de los directivos como credo; estas personas serán capaces de lograr un equilibrio adecuado entre los objetivos sociales y económicos.

Nacionalizar, dejar el control último en manos del gobierno es la única manera de lograr que la corporación persiga objetivos sociales públicos.

Restaurar el control directo de los accionistas minoritarios para que no vacilen en la consecución de objetivos económicos privados.

Democratizar, abrir el gobierno de la gran corporación con muchos propietarios a todos los grupos afectados (stakeholders).

Regular, premisa implícita de que sólo al estar sometidos a controles gubernamentales los directivos de la corporación (y ella misma) atendería objetivos sociales.

Presionar, donde una sociedad vigilante e incluso activistas sociales se aseguran de que la corporación cumpla los fines sociales.

Inducir, proporcionando incentivos económicos para fomentar la solución de los problemas sociales.

Ignorar, postura que sostiene que todo este debate resulta innecesario, ya que una especie de mano invisible garantiza que la corporación actúe de una forma socialmente responsable.

Mintzberg considera estas posturas como una cartera de alternativas pragmáticas, donde circunstancial y deliberadamente varias de ellas se aplicarían. Personalmente propone un modelo ―no necesariamente secuencial, aclaro― de aplicación de posturas: confiar y presionar, tratar de democratizar, regular e inducir siendo necesario, y nacionalizar o restaurar cuando sea indispensable, pero nunca ignorar.

(Fragmento de mi ensayo “Ética y Responsabilidad Social Empresarial. Reflexiones y Perspectivas” Publicado en The Anáhuac Journal Oxford University Press 2006)

lunes, 13 de septiembre de 2010

Seldon tampoco pudo


“Uno de los secretos vergonzosos de la economía es que no existe una teoría económica… Un conjunto de principios fundamentales en los cuales basar cálculos que iluminen los resultados del mundo real… (A diferencia de las solidas teorías de los químicos y de los físicos) Los economistas no tienen nada parecido. Los principios económicos que respaldan sus teorías son un fraude: no son verdades fundamentales, sino meras (aproximaciones) que se ajustan para que del análisis resulten las conclusiones adecuadas”

¡Tómala! Lo anterior fue escrito y publicado por un doctor en economía. Por Bradford DeLong. Profesor titular en Chicago y Berkeley; ex Secretario Adjunto del Tesoro de los EUA, y serio candidato para el premio Nobel.

DeLong tiene razón. Pero opino que su conclusión proviene de una premisa errónea. Digamos que es la clásica respuesta correcta a la pregunta equivocada. A continuación apoyo mi argumento, citando varios nombres y algunas referencias. Por razones de espacio no puedo abundar sobre cargos académicos y bibliografía. Si alguien desea referencias precisas, escríbame un correo.

Se le ha llamado “la envidia a la física” Warren Bennis decía que los científicos sociales (ej. economistas) desearían tener las herramientas que las científicos naturales (ej. físicos) sí pueden permitirse.

Digamos que a nivel física newtoniana la teoría sería deterministica, es decir la relación causa-efecto es lineal y susceptible de ser representada con un modelo perfecto. Pero ya a nivel física cuántica, la teoría es probabilística, (conviene aquí recordar el principio de incertidumbre de Heisenberg).

Por eso, cuando Einstein exclamó Dios no juega a los dados, Niels Bohr le respondió: ¡Deje de decirle a Dios lo que tiene que hacer!

Fabrizio Ferraro lo dice de otra forma: “La mayoría de los escritos académicos de los economistas no son ni positivos (así son las cosas) ni normativos (así deben ser las cosas). Son simplemente herramientas conceptuales que aportan una descripción próxima, en todo caso útil para desentrañar fenómenos sociales acotados en el tiempo, y siempre limitados en la circunstancia”

Clayton Christensen lo expresa así: “Una teoría es buena en tanto sus fundamentos no estén basados únicamente en correlaciones matemáticas de variables elegidas, sino cuando está basada en relaciones causales susceptibles de ser refutadas”.

Nicholas Taleb quien se considera a sí mismo un empirista escéptico afirma que los economistas y los financieros sobreestiman (mos) el valor de las explicaciones racionales y las correlaciones sobre datos del pasado, infravalorando el peso de la aleatoriedad en esos datos.

Kahneman, Smith, y Stiglitz han demostrado que la racionalidad económica no existe. Krugman, Ostrom, y Williamson devolvieron a la economía a su condición de ciencia social, nunca ciencia exacta.

Entonces, ¿De dónde diablos saca Bradford DeLong que la economía debiera o pudiera tener una teoría unificada que permita iluminar los resultados en el mundo real?

La economía es una ciencia social, donde el observador modifica lo observado, donde no puede existir la experimentación “in vitro”, donde tampoco son posibles las autopsias de cadáveres económicos.

En la economía existen las expectativas irracionales, los equilibrios suboptimos, las profecías auto-cumplidas, las asimetrías de la información, y los mercados imperfectos. ¿Cómo entonces puede tenerse una teoría fundamental que explique; y aun mas, pueda predecir el comportamiento humano a nivel individual o agregado?

Simplemente no se puede, y aquel economista que juega a las predicciones; o es astrologo, o se cree adivino.

Quizás, como lo escribió Isaac Asimov en su legendaria serie de ciencia ficción Fundación e Imperio dentro de 20,000 años existirá un científico social como su personaje Hari Seldon, quien mediante la psicografía intentaba predecir el futuro de la humanidad correlacionando matricialmente los eventos en millones de galaxias.

Pero quienes leyeron esta saga, seguro recordarán al Mulo.

Seldon tampoco pudo...

(Publicado en La Opinión Milenio. Domingo 12 de Septiembre de 2010)

martes, 7 de septiembre de 2010

200 años de negocios en México


Hace un mes estuve revisando los documentos “La formación de los economistas en América Latina” y “La enseñanza de la economía en México” ambos estudios publicados durante 2009 por el Banco Interamericano de Desarrollo.

El tema no es menor. Según el estudio “Los cambios de la elite del poder en México” publicado por el Instituto de Investigaciones Matemáticas de la UNAM; desde hace 28 años, como mínimo veintisiete de cada cien puestos en el llamado Gabinete Ampliado (secretarías, subsecretarías, empresas paraestatales, y organismos de regulación gubernamental) han sido cubiertos por economistas formados inicialmente en México, aun cuando el 32% de estos funcionarios cursaron posteriormente estudios de posgrado fuera del país.

Durante el sexenio del Dr. Ernesto Zedillo el 45% de los miembros del gabinete fueron economistas.

Quise tener una panorámica, y saber con precisión, a detalle, cuales son las teorías y los enfoques que terminan construyendo el paradigma ideológico-profesional de estos economistas, quienes han dirigido y dirigen el aparato gubernamental federal.

Vale leer estos estudios. Es notorio, por ejemplo que todos los programas utilizan los mismos textos de cabecera, digamos Dornbusch, Mankiw, Romer, Sachs, Varian, Friedman, Wooldridge. Se extrañaría, por ejemplo, a Amartya Sen, a Dani Rodrik, a Kahneman, a Elinor Ostrom, a Douglass North, a Buchanan, o al propio Krugman.

Pero bueno… en una licenciatura de cuatro años resulta imposible retacar de lecturas al estudiante promedio. También, me llamó la atención que, salvo el ITAM (22%) y la UNAM (38%) la generalidad de los programas de estudios dediquen menos del 20% de su currículo al estudio de la Historia Económica.

A quien le interese revisarlos, los tres estudios están disponibles en Internet. Y aunque ya me eche media columna, quiero escribir también acerca de un documento que será ya consulta obligada respecto a la historia económica; mejor dicho, sobre la verdadera historia de los negocios en México.

Me refiero a la próxima edición especial de Expansión: “200 años de negocios en México” Una publicación de aniversario donde el equipo editorial de mi querida amiga Bárbara Anderson, Directora General de CNN-Expansión, hace un magnifico recuento de las empresas, de los empresarios, y de los 100 libros de economía y negocios más relevantes en este bicentenario.

Muy orgulloso estoy de ver reconocidas en esta publicación a dos empresas laguneras de clase mundial: LALA y Peñoles.

A un gran empresario, de los forjadores de nuestra región: Don Juan F. Brittingham.

Y entre los libros de consulta obligada, tres textos del Doctor Mario Cerutti, a quien recordamos haciendo mancuerna aquí en la Ibero Torreón con el Doctor Sergio Antonio Corona Páez, en el pasado Congreso de Historia Económica.

(Publicado en La Opinión Milenio. Domingo 05 de Septiembre de 2010)

Hoy Mexicana de Aviación


Tomada mientras hacíamos el carreteo.
Cortesía de A. Burillo

lunes, 30 de agosto de 2010

Unir los puntos


En 2005 Steve Jobs dio una conferencia en la Universidad de Stanford. Ahí, ante jóvenes ansiosos por escuchar recomendaciones para volverse multimillonarios y visiblemente dispuestos a sonsacarle algunas claves para fundar empresas de la talla de Apple y de Pixar; Jobs únicamente hablo sobre la educación.

Y utilizó una frase: “Unir los puntos” Explicándoles que ningún conocimiento sobra, pues todo lo que aprendemos terminará siéndonos útil o divertido.

Ejemplificaba diciendo que durante sus años universitarios inscribió un curso de caligrafía sin preguntarse alguna vez ¿Y esto para que servirá en mi futuro? Gracias a ello, afirmó, la Macintosh pudo ser la primera computadora con tipografías bellas.

Por supuesto solo existe un Steve Jobs, pero todos hemos sentido eso de unir los puntos. Vamos conversando, escuchando, y leyendo sobre muchas cosas, y repentinamente entendemos, encontramos sentido y significado.

Compartiré un ejemplo reciente derivado de mi ocio, (por cierto, ocio significa el tiempo necesario para la recreación, para la reinvención; a diferencia de ociosidad que es no tener algo que hacer)

Bueno, bueno. Stop. Rebobino el rollo, y vuelvo a empezar. Reinicio ahora sin definiciones no pedidas, y sin introducir precauciones ante eventuales acusaciones de cursilería, madurez nostálgica, o memoria selectiva.

A propósito de la muerte de Roberto Cantoral, hace algunos días escuche en youtube a José José cantar “El Triste”, en el Festival de la Canción Latina edición 1970. ¡Qué bárbaro! Potentes cuerdas vocales que impresionaban a cualquiera.

Luego recordé que Rafael Pérez Gay, (no confundir con Rafael Pérez Botija) en su libro “Nada es para siempre” inventa o recrea el episodio de un cuarentón quien durante una borrachera, debate con sus sobrinos adolescentes sobre los gustos musicales inter-generacionales, y cuando se siente ya perdido, sin argumentos, termina amenazando con obligarles a escuchar completo el doble disco de oro del Príncipe de la Canción.

También Monsiváis, (quien sabemos habló y escribió de todo) en una entrevista que le hacen a propósito del seminario “Cultura popular y cultura masiva en el México contemporáneo” afirmó:

“Para que alguien pueda considerarse estrella en México necesita no depender de la televisión. Que su público no se forme a partir de la televisión. Llenar palenques, estadios, cabarets, allí donde se presente. José José no depende de la televisión”

Después acudo a José Joaquín Blanco, quien en su libro “Un chavo bien helado” escribió:

“No se entiende la vida urbana de México durante los últimos quince años, ni la mentalidad de dos o tres generaciones, sin la voz de José José. Probablemente no fue el primero de los cantantes románticos que acabaron con la inocencia… José José empezó a cantarle ya no a la novia popotitos, sino a una — ¡oh!— amante… Entre la bragueta y el corazón no debía existir conflicto. Aunque la poesía siempre sabe que una y otro frecuentemente siguen caminos diversos, en la utopía sentimental el corazón manda, el sexo obedece, y la música pone todo en inmarcesible armonía”

Ya entrado, (quiero decir inmerso) me pongo a leer de la editorial Cal y Arena, el libro “Y sin embargo yo te amaba” una compilación donde doce escritores de la talla de Guillermo Fadanelli, Eduardo Antonio Parra, y Luis Miguel Aguilar, lúdicamente construyen una narrativa alrededor de también una docena de canciones ineludibles de José José. Será, La nave del olvido, Me basta, Volcán, Gavilán o Paloma. Lo pasado, pasado. Una mañana.

Y para quien desee convertir esta lectura en una experiencia multimedia, vale intercalar, sin pudor alguno, la escucha del doble disco de oro del Príncipe de la Canción.

(Publicado en La Opinión Milenio. Domingo 29 de Agosto de 2010)

Modelos, pero de negocios


Muchas son las frases que me gustan de Peter Drucker. Pero mi favorita es la siguiente: “Un negocio es una teoría cuya validación únicamente puede ser la rentabilidad”

Dentro de la jerga de la administración es común escuchar “Modelo de Negocio”. Quiero dedicar estas líneas a algunas reflexiones sobre dicha frase.

Un negocio es un intercambio de valor, donde las partes concurren voluntariamente porque perciben que lo que obtienen es más valioso que lo que entregan. Una teoría o modelo de negocio es la respuesta que el empresario da a la siguiente pregunta: ¿Qué valor voy a intercambiar, de tal manera que lo que entregue sea percibido como más valioso que lo que estoy recibiendo, y lo que reciba tenga para mí más valor que lo que estoy entregando?

Para realizar el negocio en forma recurrente, económica y escalable, se crea una empresa. Este sistema, llamado empresa, es orgánico en cuanto a que solamente se explica por sus funciones de crear un valor (innovación) y crear un cliente para intercambiar dicho valor (comercialización).

Los negocios no son eternos, y se deterioran cuando:

Son copiados: La estrategia de negocio ha perdido su sello único. Las ventajas competitivas han sido imitadas, las barreras de entrada para nuevos jugadores han disminuido o desaparecido, la rivalidad entre los competidores actuales está erosionado los márgenes de ganancia para todas las empresas, muchas intercambian el mismo valor de la misma forma.

Son sustituidos: Surge un nuevo modelo de negocios que sustituye al anterior, este nuevo modelo intercambia un mejor valor de una manera diferente, existen discontinuidades sociales, técnicas o económicas que hicieron irrelevante el antiguo modelo de negocios.

Se agotan: Los mercados se saturan, la demografía y la ideología extinguen el valor que tradicionalmente se intercambiaba.

Se vacían: Un modelo de negocio se vacía cuando el poder de negociación del cliente hace desdeñable el margen para la empresa. En este escenario, cada punto de eficiencia económica que logró la empresa tiene que ser trasladado de inmediato al cliente, sin ningún beneficio para ella.

Todos los modelos de negocio se deterioran, por lo tanto, la supervivencia de la empresa depende de la eficacia con que ésta opere un modelo de negocio pertinente en el entorno, de la velocidad con que perciba los nuevos entornos y de la capacidad que tenga para adaptarse ventajosamente a ellos.

Antes, algunos modelos de negocio dependían exclusivamente de las asimetrías de información entre sus participantes. Ahora, la interconexión que proporciona Internet, ha convertido a la información en una mercancía genérica, eliminando asimetrías.

Otros modelos de negocios estaban basados en la rentabilidad que resultaba de arbitrar imperfecciones en la disponibilidad de recursos dentro de mercados locales. La disminución en el costo relativo de transporte y acceso ha reducido las oportunidades y márgenes de arbitraje.

Cuando la información es ya una mercancía genérica, el conocimiento adquiere más valor, en especial porque la parte física de un producto o servicio es sólo el vehículo donde se “transporta” el valor que proporciona el mismo.

(Publicado en La Opinión Milenio. Domingo 22 de Agosto 2010)