jueves, 23 de diciembre de 2010

Gerentes de gis y pizarrón


Cada año en la Ciudad de México, por ahí del mes de julio, es organizado un evento llamado ExpoManagement. El ticket no es barato, más o menos dos mil dólares se cobran por el acceso a conferencias y eventos.

Se trata de escuchar a conferenciantes famosos en el mundo de la economía, la administración, y los negocios, esos personajes que ahora se les llama “Gurús”; al tiempo que se hacen o se fortalecen redes de relaciones entre los ejecutivos asistentes.

Nunca he ido, ni quiero ir.

Para mi es una pérdida de tiempo y de dinero escuchar una versión masiva, breve, y descafeinada de las ideas de estos personajes. Para cuando el evento se realiza, ya he leído todos los nuevos libros que han publicado los ponentes, así como la crítica académica a sus nuevas y viejas teorías.

No critico la calidad de los conferenciantes, sino el formato de romería, de kermesse. Pero bueno, entiendo también que es el canal de distribución utilizado para entregar una versión light de las nuevas realidades empresariales.

Peter Drucker nunca vino. Pero si han venido Peters con su innovación en la economía del conocimiento, Hamel con sus nuevas fronteras de la gestión, Porter con su estrategia competitiva, Enríquez con su bioeconomía, Godin con su marketing de redes sociales , Hammer con su reingeniería de la corporación, Krugman con su geografía económica, , Stiglitz con su polémica alter globalizante, Yunus con su base de la pirámide, Kotler con su diagnostico del caos mercadológico, Ries y Trout con su posicionamiento de las relaciones publicas, Ohmae con su escenario global, y Mauborgne con su estrategia del océano azul; entre muchos más.

Otro que nunca ha venido, ni creo que vendrá, es Henry Mintzberg. Un profesor de la canadiense McGill University nada afecto a los reflectores del star-system intelectual.

Muchos de los arriba mencionados aseguran que Mintzberg es el pensador de administración y de negocios más importante del mundo, y ahí si estoy de acuerdo.

¿Cuál es la virtud de Mintzberg? Que no se anda con modas gerenciales, no es un animador de trucos que cualquier consultor de medio pelo recomienda sin ton ni son al primer empresario incauto que cae en sus garras. Me refiero a las frases gastadas sobre Cambio con mayúscula, la estrategia nebulosa, los equipos de trabajo protagónicos, la responsabilidad social del verde color plástico, el cascarón del liderazgo desde la filosofía grandilocuente, o los costosos clichés de temporada.

Mintzberg escudriña y explica cómo, cuándo, dónde, y porqué las iniciativas gerenciales funcionan o no. Investiga sobre el verdadero trabajo de la dirección de empresas, el día a día del gerente en la línea de golpeo, que a veces toma decisiones sin poder tener información completa.

Habla de la estrategia como un proceso emergente, iterativo, derriba los mitos del emprendedor como llanero solitario, y también cuestiona a aquellos “máster en administración” que nunca han creado, fracasado, o dirigido un negocio verdadero; los llama gerentes de gis y pizarrón.

¿Sus libros? “Directivos, No MBAs” editorial Deusto, “Mintzberg y La Dirección” editorial Panorama, “Safari a la Estrategia” editorial Granica, “The Rise and Fall of Strategic Planning” editorial McGraw Hill; y el mas reciente “Managing” de editorial Norma. Muy buen provecho.

(Publicado en La Opinión Milenio. Domingo 19 de Diciembre de 2010)

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