lunes, 2 de noviembre de 2009

Parquímetros en Torreón


La mayoría muere sin saberlo.

Algunos lo captan a través de la reflexión, la experiencia, o la lectura.


Por mi parte trato de enseñarlo a mis alumnos del posgrado en administración.

Cualquier negocio, acuerdo, o transacción tiene un riesgo y un rendimiento, (que no siempre repercuten en la misma persona); y una propiedad y una gestión, (que no necesariamente están en la misma persona)

Me explico: Alguien que abre una pequeña ferretería, siempre tendrá el riesgo de perder su dinero, pero si le va bien, captura para sí mismo el rendimiento de su inversión. Al ser dueño de la ferretería, tiene la propiedad, al manejar él mismo su negocio, también tiene la gestión.

Los mejores negocios serian aquellos donde se individualiza el rendimiento, se democratiza el riesgo y las perdidas; se tiene el control de la gestión, y se paga poco, o nada por la propiedad.

¿Existen estos negocios?

Por supuesto. En franquicias, siempre sera mejor ser quien la vende, que ser quien la compra.

Otro ejemplo. Pemex. Es propiedad de todos los mexicanos, pero la gestión es de una minoría, quienes toman las decisiones en esta empresa son el sindicato, la alta burocracia, y otros grupos de interés minoritario.

El riesgo (y las consecuencias) de la debilidad financiera de Pemex son públicos, pero los beneficios, en primera instancia, han sido privados. (¿Usted ha recibido algún pago directo por ser dueño de Pemex?)

Existen muchos ejemplos de esta situación, incluso entre particulares. Por ejemplo, alguien que trabaja como vendedor únicamente a comisión, carga con todo el riesgo y la pérdida de no vender, pero solo obtiene una parte del beneficio si existe la venta. Es gestor, pero no propietario.

He leído que las autoridades de Torreón van a concesionar en manos privadas el servicio de parquímetros.

Habrá que revisar con lupa esta situación, pues ya no basta con aquella vieja discusión ideológica, que si es mejor o no la privatización de un servicio público. Puede ser mejor o peor, depende de los cómos.

En primera instancia el espacio que cobran los parquímetros es un bien público, en teoría las “ganancias” de esta propiedad deberían ser transparentadas y su destino etiquetado para un claro beneficio social de alto impacto, también el manejo económico debiera ser a prueba de fraudes y de robos hormiga.

Ignoro si estas condiciones se cumplen actualmente.

Estamos hablando de un negocio que genera por lo menos 1.3 millones de pesos al mes, y cuyo costo de administración es de alrededor de cien mil pesos mensuales.

Entonces es una propiedad pública que no conviene concesionar como propiedad, en todo caso podría justificarse concesionar únicamente la gestión.

Digamos que la empresa que quiera gestionar los parquímetros, le pague al ayuntamiento por lo menos 1.3 millones mensuales, mas un 80% de los ingresos adicionales que su nueva, acertada y eficiente gestión consiga.

Ya no estamos en los años noventas, donde fácilmente nos convencían de que la gestión privada invariablemente es mejor que la gestión pública.

Mas allá de ideologías económicas trasnochadas, como ciudadano, a mi me interesa saber a dónde va el dinero.

¿Alguien pudiera decirnos en que se gasta el dinero que se recauda en los parquímetros?

1 comentario:

Psicoterapia.psicoanalitica dijo...

En un convulsionado mundo en donde la supervivencia económica y psicológica personales son lo prioritario, es poco común preguntarse por la gestión, propiedad, el riesgo y los beneficios de la administración de una empresa o una concesión.

Sin embargo, es justo en esta época en dónde hasta un centavo (multiplicado por sí mismo o por un millón de veces) es necesario cuidarlo.

Saludable ejercicio de cuestionarse por lo que casi nadie s pregunta.

Saludos!!