viernes, 10 de julio de 2009

Sobran Licenciados


¿Hacen falta ingenieros en México? Creo que sí.

También físicos, matemáticos, escritores, inventores, diseñadores, científicos, y buenos profesores.

Pero eso no significa que sobren abogados, administradores, y contadores; como muchos piensan.

Amar Bhidé, profesor de economía en Columbia University, en su reciente libro "The Venturesome Economy" (Podría traducirse como "La economía del emprendimiento" o "La economía de la innovación), afirma que da igual en que país se haya desarrollado la investigación.

La clave de la prosperidad de un país no son sus descubrimientos científicos y tecnológicos, sino la capacidad que tienen sus emprendedores de capitalizar esos descubrimientos, orquestar recursos, distribuir y vender, con la presencia de un consumidor aventurero dispuesto a probar nuevos productos y servicios.

Por su parte Fernando Fabre, Director de Endeavor, incubadora mundial de negocios; reflexiona sobre el mismo texto:

"Los países deben dejar de preocuparse únicamente sobre la formación de ingenieros, técnicos, y científicos. Deberían también enfocarse en formar alumnos en negocios. Emprendedores capaces de tomar cualquier innovación y convertirla en una compañía que genere empleos y riqueza.

Existen programas gubernamentales para promover el avance científico, pero muy pocos para promover avances empresariales.

Los gobiernos quieren tener centros de I+D para demostrar que son polos de innovación científica. Pero esto nunca será suficiente.

¿Qué empresa genera más empleos?
¿Wal-Mart, que usa un software para gestionar su cadena de suministros, o la empresa que diseño el software de cadena de suministros?

Lo que falla en estos programas es el supuesto equivocado de que solo la ciencia creada dentro del país marcará su desarrollo futuro. Esto es falso.

La investigación científica se publica y comparte en el mundo que cada vez es más conectado. Toda la ciencia termina en algún momento siendo una hoja abierta para que alguien saque provecho de ella.

Steve Jobs no inventó el sistema tecnológico del iPod, pero si supo aprovechar instrucciones de tecnologías útiles en el mundo, y aplicarlas para un producto comercialmente exitoso."

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hermano: como siempre, tus lecturas resultan sugerentes. Ya caí en la curiosidad de leer el libro que comentas. Y es que, en efecto, los países que más avanzan son aquéllos capaces de traducir las inovaciones tecnológicas en bienes consumibles y, por lo tanto, mercadeables.

Más sin embargo, cabría agregar a tus observaciones la siguiente: no es lo mismo, mil empleos en Walmart que mil empleos en el closter tecnológico de Turín o Bangalore. Aplicando la mexicanizima ley del 80-20, es posible aventurar la hipótesis de que las ventas de mil empleados de walmarte sólo derramen un 20% de su producto en empleos y servicios de la localidad, mientras que el 80% de las ventas de mil empleados del cluster tecnológico de Guadalajara, Quéretaro, Turín o Bangalore se traduzcan en una derrame directa para la economía de la localidad.

En consecuencia, podríamos decir que los negocios existosos son aquellos que saben y pueden de manera practica y eficiente adaptar las inovaciones tecnológicas que se desarrollan aquí y allá. Pero, las regiones exitosas son las que desarrollan los empleos que mayor valor agregado producen para su propia localidad. Un abrazo. Javier