Tarjetas de Credito Malignas.

LAS TARJETAS DE CREDITO SON MAL NEGOCIO (CASI) PARA TODOS
Warren Buffet afirma que: "Los derivados financieros son armas de destrucción masiva. Como las personas que los crearon y las que los utilizan no comprenden muy bien su funcionamiento, resultan una amenaza.”
Por mi parte opino que también las tarjetas de crédito terminan siendo herramientas de empobrecimiento generalizado.
El modelo de negocio que utilizan la mayoría de los bancos permite lo que en economía se llama selección adversa. ¿Cómo? Incentivados por la “competencia de mercado”, por la necesidad de colocar recursos “fácilmente”, por los bonos salariales recibidos, así como por ciclos económicos temporalmente benévolos, los directivos bancarios propician sistemas para otorgar tarjetas con mínimos requisitos e investigaciones de crédito, mediante este instrumento cuya cobranza jurídica es incierta y prolongada. Así se conforma una cartera masiva de alto riesgo para el emisor, quien bajo esa perspectiva justifica el cobro de una tasa de interés alta.
Sin embargo ante la declinación del periodo de bonanza-estabilidad económica, o ante cualquier alza en las tasas de interés, la cartera vencida crece, sí provocada por la menor disponibilidad de dinero del deudor para pagar su tarjeta, pero también acentuada por que el crédito que ya se dispuso es más caro de un día para otro.
Ahora, existen tres tipos de usuarios de TC. Pero solo uno de estos tipos carga con los costos del modelo de negocio, subsidiando a los demás usuarios.
1.- Quien tiene excedentes y no utiliza el crédito, aunque si disfrutan el plazo de pago, (los llamados “totaleros”). Tener y usar una TC les resulta prácticamente gratis.
2.- Quien no teniendo excedentes, utiliza el crédito mas allá del plazo sin costo, y resignadamente paga los montos mínimos o más, aun con intereses de agio, hasta del 90% anualizado.
3.- Quien por ignorancia, afición, descuido, adicción, bancarrota, o alevosía, utiliza el crédito de su TC, y como no necesariamente es obligado a pagarlo, no lo paga.
Entonces, ¿Por qué los bancos otorgan TC? Aun cuando saben que tienen escasas capacidades de evaluación del riesgo crediticio individual, y saben también que las herramientas jurídicas para obtener el repago en este instrumento son débiles.
Lo hacen porque utilizan modelos probabilísticos cuya esperanza matemática indicaría que su mayor número de acreditados se comportara como el Tipo DOS. Sin embargo dichos modelos siempre fallarán porque son “estáticos”, es decir que no pueden incorporar las variables derivadas de cambios económicos bruscos.
En fin… un crédito mal otorgado, caro, por muchos abusado, con dinámicas de sensible riesgo tanto para el banco emisor, como para el deudor, retroalimentado en un sistema con incentivos perversos cuyo objetivo tipo casino es retirar rápidamente el dinero propio de la mesa. (Para el banco recuperar muy rápido el crédito otorgado inicialmente, mediante intereses caros).