martes, 5 de octubre de 2010

Ver las caras de las mujeres


El cine es mujer. Del griego Kinema, quiere decir movimiento, pero también trastorno, ilusión, y conmoción.

No voy a citar a Emilio García Riera, lo prometo. Menos insistiré en que mas allá del kitsch, Orol es un director de culto en Francia. Tampoco bromearé sobre que -Los Jorges- Luke y Reynoso, son para Almada, los Bardem y Banderas de Almodóvar. No preguntaré al lector cual es el mejor mafioso en las seis caracterizaciones que ha hecho Pacino.

No haré referencia a la hamaca de Pepe Alonso y María Rojo. Tampoco a la caliente escena en el depa clase mediero con la paisana Zabaleta. Menos acudiré a ese preciosista deslinde entre cineastas y videoastas. Nunca me adornaré con Kurosawa, (Akira, no Kiyoshi). No buscaré referencias antropológicas en el paseíllo de la fiesta brava para hablar de Tarantino en la escena de Perros de Reserva.

No diré algo de Jaime Humberto, ni de Jodorowsky, de Retes, de Buñuel, de Cuarón, de García Agráz, de Arau, de Carrera, de González Iñárritu, de Ripstein, de Bustillo Oro, de Sariñana, de Cazals, de del Toro, del Indio Fernández, de Gavaldón, de los luchadores de Chano Urueta, de Sabina Berman, de Jorge Fons, o de Ismael Rodríguez

No diré que la fotografía de Figueroa es un lienzo de Murillo. No argumentaré sobre la superioridad de la carrocería de Angélica Chaín sobre la de Sasha Montenegro. No habrá hueso volador de Kubrick. No hablaré de cine con “compromiso social”, ni de posmodernismo, menos de directores que desafían “el modo tradicional de retratar a la sociedad”

No comentaré que Hitchcok y Buñuel irremediablemente parten desde Dalí, o que la teoría de “El camino del héroe” de Campbell y de Jung, es el eterno hilo conductor para Lucas, para Spielberg, y para Stone, (Oliver, no Sharon) No diré que los políticos de ahora debieran aprender de “Ausencia de Malicia” con Paul Newman.

No confesaré que la única película que me hizo llorar es una que no vi y que no quiero ver. La Última Nieve de Primavera. Lloré cuando me la platico Claudia. Porque nunca, por ningún motivo, un padre debiera sobrevivir a su hijo.

Lo que si diré, es que del cine únicamente he aprendido a ver las caras de las mujeres. El cine es mujer. Del griego Kinema, quiere decir movimiento, pero también trastorno, ilusión, y conmoción.

Y así, de corridito, sin tomar aliento. Porque de todos modos nos lo quitan:

Greta Garbo, Marlene Dietrich, Sophia Loren, Brigitte Bardot, Penélope Cruz, Nicole Kidman, Sharon Stone, Angelina Jolie, Charlize Theron, Dolores del Rio, Rita Hayworth, Marilyn Monroe, Elizabeth Taylor, Anna Magnani, Angélica Chaín, Sasha Montenegro, Edwige Fenech, Kim Basinger, Gloria Swanson, Jean Harlow, Bette Davis, Ginger Rogers, Ana Claudia Talancón, María Félix, Claudette Colbert, Vivien Leigh, Ana de la Reguera, Joan Crawford, Lana Turner, Lauren Bacall, Meryl Streep, Ingrid Bergman, Judy Garland, Ava Gardner, Grace Kelly, Kim Novak, Audrey Hepburn, Úrsula Andress, Jane Fonda, Jamie Lee Curtis, Candice Bergen, Faye Dunaway, Catherine Denueve, Michelle Pfeiffer, Uma Thurman, Sophie Marceu, Raquel Welch, Jacqueline Bisset, Melanie Griffith, Rene Zellweger, Salma Hayek, Demi Moore, Mónica Bellucci, Juliette Binoche, Cameron Díaz, Julia Roberts, Kirsten Dunst, Cate Blanchett, Susana Zabaleta, Catherine Zeta-Jones, Scarlett Johansson, Natalie Portman, Kate Beckinsale, Halle Berry, Carole Lombard, Jodie Foster, Elsa Aguirre, Meche Barba, Rosa Carmina, Irma Dorantes, Miroslava, Andrea Palma, Ninon Sevilla, Bo Derek, Farrah Fawcett.

(Publicado en La Opinión Milenio. Domingo 3 de Octubre 2010)

1 comentario:

Psicoterapia.psicoanalitica dijo...

El cine, como la fotografía rinden tributo al talento, a la belleza e, irremediablemente, a la inteligencia.

En el tintero se quedan muchas más como Giulieta Massina, Silvana Mangano o Natassja Kinski (en Paris, Texas).