domingo, 8 de agosto de 2010
Torreón está de película
La idea estuvo rondándome durante dos semanas. A partir de esta frase escrita por la Maestra Laura Orellana Trinidad en su texto periodístico del pasado 24 de Julio: “El proyecto contemplaría cuestiones como patrimonio e identidad, iconicidad, y simbolismo. Habló de que en Torreón no tenemos edificios representativos, como los tienen en otras ciudades, un lugar para tomarse la foto”
Ya he comentado en esta columna sobre el patrimonio, el imaginario, y la identidad de Torreón. Por supuesto haciendo referencia a los libros de Corona Páez, Muñoz Vargas, Ramos Salas, Salinas Uribe, Castañón Cuadros, Carlos Velázquez, y otros estudiosos del tema.
Pero me he quedado pensativo sobre el simbolismo arquitectónico, sobre la iconicidad de Torreón. Mejor dicho: sobre sus carencias.
Como Laura, opino también que a nuestra ciudad le hace mucha falta tener, y promover ambiciosamente, ese preciso lugar donde digamos, algún visitante extranjero se tome la foto, para que al mostrarla a sus amigos como recuerdo de viaje; ellos puedan exclamar con la mayor certidumbre: ¡Estuviste en Torreón!
Pero como cualquier dedo flamígero acostumbro mejor apuntarlo hacia los destinos de mi curiosidad, me puse a investigar algo llamado ciudades icono. Si, esas ciudades inconfundibles, cuyos lugares y edificios son re-conocidos mundialmente, incluso por quienes no los han visitado.
En el libro “Ciudades del Cine” de Hellman y Weber-Hof. Editado por Océano y con prologo del cineasta Wim Wenders. (Buena Vista Social Club. Paris-Texas. Tan lejos, tan cerca) las autoras nos llevan por 18 ciudades que han sido el elemento central, el personaje ineludible, en un total de 76 películas.
Chicago: Los almacenes Marshall Field, donde Cameron Díaz y Julia Roberts almuerzan en “La boda de mi mejor amigo”. El Chicago Theather, donde Al Capone, (Robert de Niro) se da la gran vida, al tiempo que es acechado por Eliot Ness (Kevin Costner) en “Los Intocables”.
Roma: La Fuente de Trevi en La Dolce Vita. Sophia Loren, Gina Lollobrigida, Vittorio de Sica, Luchino Visconti, Federico Fellini, Marcelo Mastroianni. Vía Véneto. El Coliseo, Ben-Hur, y Quo Vadis?
La Habana: El mirador en el barrio de Casablanca, y la heladería Coppelia, donde Diego, el artista gay, y David, el estudiante, se conocen para “Fresa y Chocolate”. Y así, Berlín, Nueva York, Praga, Londres, Paris, Los Ángeles, Sídney, Las Vegas. Ciudades reconocibles, inconfundibles todas.
Sigo investigando, y hace dos años, en las rejas de Chapultepec estuvo la muestra fotográfica “El DF y su identidad cinematográfica” 130 fotografías de escenarios conocidos, iconos urbanos, y personajes entrañables. De películas como: Perfume de violetas, Amores perros, El callejón de los milagros, Rojo amanecer, Sexo, pudor y lagrimas, Cilantro y perejil, Mecánica nacional.
Para rematar, leo en CNN-Expansión el reportaje: “La magia del cine es el imán que atrae turismo a las ciudades” Donde Jay Boyar, crítico internacional y autor del libro “Films to Go. 100 Memorable Movies for Travelers” afirma que existe una correlación positiva entre las ciudades con identidad cinematográfica, y la cuantiosa derrama económica que por concepto de turismo reciben.
En fin. Torreón, nuestra ciudad, nunca ha sido protagonista en alguna película o largometraje de gran alcance, de incuestionable proyección internacional. Busqué en Google. Más allá de una producción estudiantil, y un video en Youtube que no abrí porque intencionalmente nunca consumo nota roja, encontré nada. Si alguien puede hacer el favor y corregirme, hágalo. Me encantaría estar equivocado.
(Publicado en La Opinión Milenio. Domingo 08 de Agosto 2010)
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