domingo, 31 de enero de 2010

Una Mujer y Tres Nobeles


Algunos amigos, académicos y periodistas, me han solicitado que escriba sobre Elinor Ostrom y su teoría de la gobernanza de los bienes comunales.

Ostrom gano en 2009 el premio Nobel de Economía, pero diez años antes ya el Fondo de Cultura Económica, y la UNAM; habían publicado su libro “El Gobierno de Los Bienes Comunes. La Evolución de las Instituciones de Acción Colectiva”

Entonces, subo a hurgar en mis libreros, y me traigo el citado texto, y un par más de John Nash y de Douglass North. Digo, si me piden inaugurar la sección de complacencias, pues tengo derecho a interpretar la melodía completa.

Iniciaban los años noventa, el tema en México era el TLC-NAFTA. Detractores y porristas esgrimían sus argumentos. En las matriculas universitarias abundaban los aspirantes a licenciados en comercio exterior, en aduanas, y en relaciones internacionales.

Todo lo que tuviera el barniz de libre comercio, de competitividad, de globalización, encandilaba la vista, aturdía el tímpano, y engolaba la voz. Ponencias y congresos a granel, donde el verbo COMPETIR, proliferaba; aburría, nietzscheano, en un eterno retorno.

Pero nos equivocamos, a mi juicio pecamos de omisión, o de cortedad de miras. La Comunidad Económica Europea nos demostró que para la conformación de bloques geoeconómicos, el verbo correcto no es competir, sino cooperar. Hoy seguimos atorados con el paradigma de la competencia, y hemos dedicado poco tiempo a desarrollar el paradigma de la cooperación.

Y es aquí donde llamo a escena a John Nash. El economista más famoso del mundo (Hollywood le hizo su película: Una Mente Brillante, estelarizada por Rusell Crowe).

Nash demostró mediante matemáticas de teoría de juegos, que existen equilibrios suboptimos, es decir situaciones en las cuales si se compite, se obtienen menores beneficios totales que cuando se coopera.

Ahhh, pero ya en situaciones de mayor complejidad social, el punto es que las partes, para cooperar requieren un marco cultural y/o institucional donde exista confianza, compromisos, derechos, obligaciones, reglas, e incentivos.

Es aquí donde hace triunfal entrada Douglass North, impulsor de la corriente económica del Neo-Institucionalismo, donde se afirma que las instituciones, su estructura, y su funcionamiento, son la clave para conseguir los arreglos sociales y políticos que conducen al desarrollo económico.

(A propósito: para los admiradores de Denise Dresser, no se molesten si les digo que sus aplaudidos discursos básicamente son Neo-Institucionalismo para principiantes).

Pero, ¿Qué pasa con los bienes comunes? Aquellos bienes, (agua, bosques, tierras, derechos mineros o pesqueros) que son indivisos por naturaleza o por conveniencia; y cuya explotación, propiedad y gestión pertenece a una comunidad.

¿Están condenados a la tragedia de los bienes comunes? (Cuando algo “es de todos en general y de nadie en particular” se produce un incentivo para que individualmente se maximice la explotación conduciendo a la extinción acelerada del bien común). ¿Deben los bienes comunales necesariamente ser privatizados o estatizados para optimizar su uso y asegurar su sustentabilidad?

Elinor Ostrom demostró que no. Mediante el estudio sistemático y la evidencia empírica arrojada por más de 1500 casos reales, (exitosos y fracasados), de propiedad y gestión de bienes comunales en diversos países, extrajo los principios teóricos, es decir las reglas mínimas de gobernanza que requieren las asociaciones o instituciones de propiedad colectiva para asegurar el éxito sustentable en la gestión de bienes comunales.

Ostrom resolvió pues, esa tendencia que los bienes comunales tienen hacia los equilibrios suboptimos (Nash), revelando la estructura institucional (North) apropiada para su gestión sustentable. Por eso gano el premio Nobel. Nada mas y nada menos.

Para terminar, convendría que en los debates respecto a la utilización, explotación y sustentabilidad de los recursos naturales, trascendiéramos de una buena vez ese enfoque limitadamente “ecologista” donde con índices moralistas y criterios bucólicos únicamente se señalan responsables mediante una estridencia cada vez mayor.

La experiencia mundial nos dice que el uso sustentable de los recursos naturales no es un tema que se resuelve propalando culpas ecológicas. Es un tema multifacético, de estructuras, de instituciones, de acuerdos, y de incentivos; sociales, políticos, y económicos.

(Publicado en La Opinión Milenio. Domingo 31 de Enero de 2010)

sábado, 30 de enero de 2010

Antros libres de riesgo mortal por humo de cigarro



Lo dice Ricardo Medina en su columna Semana Inglesa de El Universal

Tal parece que es más fácil dispararle a alguien en un bar que encender un cigarrillo ahí en donde los moralistas reglamentos lo prohíben bajo amenaza de grandes penas”

lunes, 25 de enero de 2010

Brasil no es un Modelo para México


Para un programador trabajar en Google. Para un crack futbolero jugar en el Barcelona. Escribir para The New Yorker en EUA. Colaborar en Nexos, en Letras Libres, o ganar el Jorge Ibargüengoitia; para un intelectual mexicano.

Alguna vez afirme en un programa de debate televisado, que una manera relativamente sencilla de tener una buena aproximación respecto a la calidad académica de alguna Universidad, es conocer cuánto pagan a sus profesores.

Lo mismo digo para los medios escritos. Cualquier periódico o revista tiene que pagar bien a sus columnistas. Digo, si quiere tener a los mejores. La otra opción es jugar en la liga amateur de la opinión publicada.

Lo comento porque Time Warner no escatima en honorarios y viáticos para sus colaboradores. De ahí que su revista y su canal de negocios (Expansión, y CNNExpansión) son, en el ámbito financiero y empresarial, los más respetados en México.

Pues bien, recién termino de leer el artículo que mi colega en Expansión, Hernán Iglesias Illa, (Un tipazo: argentino, casado en Rusia, ciudadano itinerante entre el DF y Nueva York, escritor ganador del premio Seix Barral) ha publicado sobre Brasil.

Hernán; sin hablar de oídas, y solo después de pasar semanas recorriendo ese país, y entrevistándose con académicos, con financieros, con hombres de negocios, con líderes políticos, y hasta con los imprescindibles, (y sabios) taxistas; concluye que, en lo económico, México no debe, absolutamente, tener algo que envidiarle o copiarle a Brasil.

(Claro que en Futbol sí es “otro cantar”)

¿Sus argumentos?

Conózcalos en www.cnnexpansión.com

domingo, 24 de enero de 2010

¿Morirán las Marcas?



Rescato para el Blog mi reseña del Libro "Private Label Strategy".
Publicada en CNNExpansión.


PRIVATE LABEL STRATEGY: HOW TO MEET THE STORE BRAND CHALLENGE
Autores: Nirmalya Kumar, Jan-Benedict Steenkamp.
Harvard Business School Press. 2007
.

¿Qué porcentaje de las ventas totales en las categorías de producto corresponde a marcas propias del detallista?

En el mundo, se estiman en 14%; en Estados Unidos en más de 20%; y en México apenas llegan a 4%, pero van creciendo

En productos como papel higiénico, detergente, refresco, cereales y enlatados, las marcas propias trascendieron hace tiempo la base de la pirámide y aprovechan un fenómeno social llamado El Nuevo Lujo: consumidores que ahorran en genéricos de uso diario para asignar mayor presupuesto a gastos sibaritas en especialidades diferenciadas.

Y éste es el reto para algunos ejecutivos de mercadotecnia, que ya compiten con sus mayores canales de distribución, donde el anaquel sólo tiene espacio para cuatro marcas: la siempre preferida, la barata, la novedosa... y la del dueño de la tienda.

¿Qué hacer? Aquí la contribución del libro, que analiza las jugadas estratégicas de marca propia que desarrollan hoy los canales minoristas. Y las respuestas eficaces que los fabricantes también exploran.

Los autores incluyen casos reales donde fabricantes y minoristas ganaron compitiendo; y donde ganaron cooperando, con herramientas para que el lector determine y haga lo que más conviene en su caso.

El capítulo final del libro lanza esa pregunta, tan provocativa como ya frecuente: ¿Morirán las marcas?

martes, 19 de enero de 2010

Spota y el Prínosaurio


Para Carlos Castañón Cuadros
Politólogo, Historiador, y Amigo.

Aprendí a leer a los 4 años. No lo apunto como presunción de Nerd, sino como testimonio y agradecimiento a los esfuerzos de mi querida tía Susana. Maestra normalista ella, dura y entregada, como las profesoras de antes.

Leo rápido. Algunos creen que solo “hojeo” los libros o revistas. Puedo leer también al revés, digamos un apretado documento sobre un escritorio cuando me paro frente a él. (¡Chin! Ya me delate).

Nunca tome cursos de “lectura rápida”. Creo que es consecuencia de una antigua costumbre que tuve: leer detalladamente anuncios espectaculares, letreros comerciales, cualquier cosa escrita; montado en las prisas de pasajero en un cafre-camión urbano.

Pues bien, desde hace meses quería escribir sobre Luis Spota. Un autor que recibió duras críticas por su prosa, (facilona, apuntaban); y por su temática, (predecible, acusaban).

Un escritor que nunca fue aceptado en los círculos intelectuales, porque inicio ganándose la vida como reportero de guardia, cronista taurino, y hasta comisionado de box y lucha en el Distrito Federal. Un autor que escribió 28 novelas, y que reimprimía (¡y vendía!) más del 100 mil ejemplares por año, bajo el sello editorial Grijalbo.

Quería escribir sobre él, pues hace poco recordaba ese primer día (el primero de otros tantos) cuando mi madre llego con una caja de libros para mí, todos de Luis Spota, cuadraditos, olorosos.

A mis ocho-diez años abrí ojos a una panorámica enorme. “Mas cornadas da el hambre” o las peripecias de un lumpen-novillero. “Casi el Paraíso” o la crónica de sociales del México kitsch, aquel de las primeras fortunas producto del desarrollo estabilizador.

Pero sobre todos, su tetralogía: “La costumbre del Poder”. Un mural novelado, insinuado, gesticulado casi; de los usos, abusos, y costumbres de la política, de los políticos, y de las elites. Hijos, entenados, y cachorros, de aquel país inmensamente prínosaurico de los años 60s, 70s y 80s.

“Palabras Mayores” o el ritual del tapadismo visto por el fiel de la balanza. “El Primer Día” o el desconcierto de un ex-presidente cuando desde ya empieza a apestar. “Retrato Hablado” o el génesis de la oligarquía industrial norteña. “Sobre la Marcha” o la cargada de búfalos en campaña presidencial.

Mi preferido: “Los días Contados” Un recuento de andanzas, en primera persona y ya en cama hospitalaria; de un ex General del Ejercito, ex Diputado, ex Senador. Ex Gobernador, e irremediablemente rico terrateniente, quien con su inocencia cínica de viejo, me recuerda aquella inmortal frase atribuida a Gonzalo N. Santos: En política, la moral es un árbol que da moras.

Por eso, para los nuevos políticos, muy bien que lean a Roderic ai Camp, a Raymond Buve, a Robert Pastor, a Daniel Cosío Villegas, a Martín Luis Guzmán, a Samuel Ramos, a Paz; pero por favor… nunca dejen de lado a Spota.

domingo, 17 de enero de 2010

Vivir 100 Años


Si usted ha tenido hijos a partir del año 2000, es muy probable que éstos lleguen a cumplir 100 años y tengan mejor salud que las personas que hoy tienen 65 años.

Hace 250 años la esperanza media de vida era de 30 años, uno de cada cinco niños moría antes de cumplir 2 años. Alejandro Magno conquisto territorios antes de cumplir 20 años, y murió víctima del paludismo a los 33. La vida tenía prisa porque era corta, y el concepto de adolescencia no existía.

Kaare Christensen, profesora del Centro de Investigaciones sobre el Envejecimiento de la Universidad de Dinamarca, publicó recién el estudio “El envejecimiento de la población. Los desafíos que hay que enfrentar” Conjuntamente con científicos de Wharton, y del Instituto Max Planck de Investigaciones Demográficas, este estudio ofrece interesantes conclusiones.

Dinamarca, Japón, Canadá, Australia, y Nueva Zelanda, han ganado 30 años adicionales en la esperanza media de vida de su población menor de 10 años. Por el grado de desarrollo en nutrición y servicios médicos en dichos países, es probable que en las próximas décadas no sufran el deterioro en el número de personas económicamente activas, pues si bien su tasa de natalidad es baja, (menos jóvenes entran al mundo laboral) su tasa de jubilación también lo será.

Cuando la Seguridad Social entró en vigor, en los años 30, la expectativa de vida era bastante menor. En realidad, nuestro concepto de edad ‘normal’ para jubilarse se basa en el sistema alemán, que fijó la edad de 65 años para la jubilación, ya que la mitad de la población de la época jamás alcanzaba esa edad.

Se trataba, por tanto, de un sistema de jubilación que funcionaba, pues cubría sólo aquellos pocos que sobrepasaban el límite de esperanza de vida de entonces.

Hoy ningún sistema jubilatorio basado únicamente en las aportaciones de los “nuevos” puede funcionar. Los cálculos actuariales de aquella época permitían esta especie de obligatoria -pirámide Madoff- social. Hoy ya no.

De ahí la creación de esquemas jubilatorios de ahorro definido, (aportaciones a las afores) donde realmente la persona está pagando una especie de seguro inverso, pues no solamente tenemos el riesgo de morir jóvenes, sino ahora también el “riesgo” (y el costo) de seguir mucho tiempo viviendo viejos.

Las personas tendrán que adquirir pronto un conjunto de habilidades que no sólo les permita conseguir el primer empleo o que las prepare para la profesión-oficio que deberán ejercer en los próximos 20 años, sino que también las ayude a encontrar diferentes carreras de 20 años de duración cada una a lo largo de una prolongada vida.

Eso va a exigir un enfoque muy diferente en la educación, de tal modo que las personas vuelvan periódicamente a la escuela para aprender nuevas capacidades laborales, en vez de que trabajen con un conocimiento “congelado” conseguido en un punto determinado de sus vidas.

Puesto que el estudio muestra una reducción significativa en la tasa de mortalidad de las personas más viejas, ¿esto significa que un número mayor de personas va a trabajar más, y pelear los menos empleos disponibles?

No necesariamente, afirman los autores “Habrá más personas exigiendo mayor atención a la salud, más centros recreativos y otros tipos de bienes y servicios. Por lo tanto, la demanda generalizada de bienes va a aumentar, lo que ayudará a crear los nuevos empleos”.

(Con información de Knowledge-Wharton)

domingo, 10 de enero de 2010

Crisis y Recesión (2)


(Publicado en La Opinión Milenio. Domingo 10 de Enero de 2010)

¿Estamos saliendo de la crisis? No.
¿Estamos saliendo de la recesión? .

El pasado jueves seguí por televisión el juego final entre las Universidades de Alabama y Texas, disputaban el campeonato nacional de la NCAA Football. No soy cronista deportivo, así que no me detendré en los pormenores del encuentro.

No obstante llamaron mi atención cuatro cosas: 1) El Rose Bowl Stadium lleno con más de 90,000 asistentes; aun sin ser “casa” de los contendientes, pues es reglamentario que este partido se dispute en terreno neutral. 2) La capacidad de convocatoria de una “amateur” federación colegial para realizar un evento de esta magnitud. 3) El precio del ticket: 500 dólares el mas barato. 4) La facilidad estructural que existe en algunos países para generar riqueza.

Pues bien, durante los recesos comente en la mesa, que organizar eventos de esta magnitud solo es posible cuando existe una maquinaria de promoción y organización que genera valor.

Donde los participantes (Equipos, jugadores, aficionados, directivos, patrocinadores, agencias de viajes, promotores, hoteleros, autoridades, cadenas televisivas, periodistas deportivos, y cientos de etcéteras mas) tienen incentivos alineados, (todos ganan cuando el evento es exitoso, y todos pierden cuando no lo es)

Tienen sólidos derechos de propiedad (cada quien es dueño legalmente, y responsable jurídicamente de su parte del negocio, nadie puede ser despojado impunemente de sus derechos, y prácticamente no existe manera de apropiarse de los beneficios del otro) y los costos de transacción (los costos de participar, los procesos para ponerse de acuerdo, y los tiempos para resolver disputas) son óptimos.

Pero mas allá del juego referido (que francamente solo utilizo por su simplicidad como ejemplo en mi subsiguiente argumentación) mi punto es que adicional a la recesión mundial, en México tenemos cuarenta años inmersos en una crisis, una crisis de insuficiente crecimiento económico, una crisis de expulsión poblacional, de incapacidad crónica para generar empleos, una crisis donde los indicadores de bienestar se han deteriorado.

¿Por qué? Porque como sociedad tenemos incentivos contradictorios. (Hay gente que gana cuando el resto pierde; monopolios, públicos y privados, que no crean riqueza, sino que se la apropian; y sectores “contreras” que algo ganan obstruyendo los esfuerzos por cambiar).

México es una perinola donde todos quieren ganarle, pero pocos quieren ponerle. Y ya sin petróleo, esto es imposible y resulta suicida.

Tampoco tenemos sólidos derechos de propiedad (Las ideas, los meritos y la tecnología pueden ser fácilmente pirateadas. Los patrimonios y los haberes pueden ser impunemente robados, secuestrados, dañados, casabolseados, y hasta expropiados. Existen miles de vericuetos legales para zafarse gratuitamente de algún acuerdo firmado y reconfirmado. Hay enormes vacios en la transparencia y en la rendición de cuentas, tanto en el servicio público, como también en los negocios privados que tienen socios minoritarios)

Los costos de transacción son enormes, (para abrir un negocio, y hasta para cumplir con el fisco hay que recorrer un tortuoso y costoso camino, crear un empleo no es fácil porque tampoco es fácil despedir a quien lo ocupa cuando este puesto simplemente deja de existir, no es fácil prestar barato al cumplido, porque es caro cobrar rápido al moroso, los juicios son largos, los procedimientos jurídicos son engorrosos, los tramites son eternos)

Así pues, sí estamos ya saliendo de la recesión que vino de afuera (de ese decrecimiento económico provocado por la pérdida mundial de confianza en el sistema y en los activos financieros estadounidenses) El PIB mexicano volverá a crecer a sus pichicatos niveles (nunca sostenidamente mayor al 3% anualizado) Los consumidores estadounidenses vuelven a comprar, y parecerá que lo peor ya ira de salida.

Pero si no cambiamos veloz y profundamente nuestros arreglos sociales, políticos, e institucionales; seguiremos en crisis. Con cada vez menos gente pagando boleto, con mas disturbios e inseguridad en el estadio, con comentaristas internacionales agresivos, sin agencias de viajes dispuestas a traer visitantes, con directivos enajenados, con árbitros corrompidos.

Un estadio violento, pobre, e irrelevante. Donde se realiza un partido que francamente ya a nadie le importa.

No escribo para la catarsis, tampoco soy un analista hocicón contra personas o personajes.

Opto por ser optimista. Nací y quiero a este “país-estadio”, por eso busco desentrañar las razones estructurales, y comprender la lógica del estado actual de las cosas. Sin caer en la perezosa enfermedad de algunos opinadores mediatizados, que únicamente auto organizan monotemáticas quemas de brujas.

Esta es mi perspectiva, una modesta teoría que rescato y que dejo a discusión; acerca de la crisis, y acerca de la recesión en México.

lunes, 4 de enero de 2010

Crisis y Recesión (1)


¿Estamos ya saliendo de la crisis? No. ¿Estamos saliendo ya de la recesión? Sí.

Algunos de mis colegas (¡profesores incluso!) me dicen soy “muy teórico” Como si la teoría no fuera el resultado de la experimentación, del empirismo, de la experiencia pues.

Opino que quien va por el mundo sin una base teórica-conceptual solida, y actualizada, es como aquel que llega a una ciudad y pretende conocerla sin utilizar el mejor mapa. Si es por gusto, pues su gusto será; pero existen retos donde es mejor llegar equipado con el mayor conocimiento disponible, con la mas nitida comprensión de las relaciones causa-efecto.

Si cada quien tuviera que descubrir el mundo desde su sola experiencia, seguiríamos viviendo en cavernas. Si el hombre solo dispusiera de su observación y de su experiencia directa para conocer o inventar algo, por ejemplo, no existiría la aviación comercial.

Para el hombre solo fue posible volar, cuando perfecciono la teoría de la mecánica de fluidos, las fuerzas de ascenso y descenso del aire sobre las superficies planas y curvas.

Aquel iluso que intento volar solo con su “experiencia disponible” se pego plumas a los brazos, aleteo… y se estrello. Se lanzo a “hacer” sin antes “comprender”.

Piense en los médicos del siglo antepasado, cuya “practica” les decía que algunas enfermedades infecciosas se curaban sangrando al paciente. ¿Qué puede resultar de esta ausencia de buena teoría?

Piense en los médicos de hoy, cuya carencia (aun) de una buena relación causa-efecto (una teoría sí) les obliga a practicar quimio y radio terapias, matando células cancerígenas y no.

Hay cosas que no pueden aprenderse únicamente “practicando” porque la idea precede a la acción. Hace 15 años (1995) leí un excelente libro llamado “La Fortuna en la Base de la Pirámide”

El autor, un profesor de la Universidad de Michigan, exploraba las posibilidades de hacer negocios rentables y sustentables atendiendo a los segmentos de minúsculos ingresos.

Tuvieron que pasar casi dos decadas para que se generalizaran los negocios de este tipo, las microfinancieras al estilo Yunnus, los esquemas de autoconstrucción tipo tanda de Cemex, el financiamiento a changarros y electrodomésticos tipo Elektra (aunque este último me parece usurero).

Una buena teoría ayuda a desbrozar mitos, a explicar malos entendidos, a reconciliar situaciones aparentemente antagónicas, o contradictorias. Una buena teoría abre los ojos a mejores abordajes sobre la realidad. Una buena teoría es como unas buenas gafas, nos ayuda a ver las cosas como nunca antes las habíamos visto. Genera comprensión, además de conocimiento.

En fin… todo este rollo viene a cuento por la discusión que existe desde hace meses acerca de que si la crisis vino de afuera, que si el gobierno mexicano tuvo el peor manejo de la crisis, que si ya estamos “saliendo de la crisis”. Que si nunca saldremos de las crisis recurrentes.

En mi próximo post pondré a consideración de los lectores de este blog una teoría… un modesto punto de vista, una perspectiva que espero ayude a abordar estas dudas, a clarificar y hacer mas rentable el nivel de discusión que popularmente, y sobre estos temas, se acostumbra.

domingo, 3 de enero de 2010

Primero de Enero 2010


(Publicado en La Opinión Milenio el Domingo 3 de Enero de 2010)

Interregno

Interregnum: Entre reinos. Espacio de tiempo en que un Estado no tiene soberano. Primero de Enero. Cuando el viejo año murió ya, pero el joven aun no reina.

Es solo una opinión. El primer día de cada año es el mas indolente. Algunos curan crudas mayúsculas, otros ven “harta” televisión. Otros mas, reciclan antiguos videos y amarillentas fotografías familiares bajo el síndrome de “The way we were”. Hay quienes visitan amigos y parientes en una especie de carrusel afectivo.

Se cumplen cuotas domesticas, se intentan impostergables reparaciones caseras, se recalientan tamales, pavos, o piernas; y quizás, en pijamas todo el día, no esperamos la insurrección de algún ejercito zapatista como en aquel ya lejano 1994.

Todavía no hay fuerza para ordenar los nuevos propósitos, tampoco ganas de hacer presupuestos, predicciones o previsiones. Impensable, por ejemplo, hacer ya un recorrido por nuestras columnas de los haberes y de los deberes.

Casi con ternura leemos los editoriales de arrojados (el que nada sabe nada teme) y autoerigidos chamanes del porvenir, futurólogos que madrugan en la obviedad, febriles calculistas de la probabilidad financiera, o amasios de la esperanza económica.

Escucho a Oscar Chávez, y me descubro escudriñando las circunstancias bajo las cuales alguien deja de pensar en el mar, de fijarse en el cielo, porque el rebozo de nuestra llorona republica aun no alcanza para taparnos todos. Sigo con Macondo, la epopeya de un pueblo olvidado, las mariposas amarillas; Úrsula, Melquiades, José Arcadio, Remedios, Amaranta, y Aureliano.

Paso un rato con Edith Piaf, por supuesto La Vie en Rose. Me animo luego cuando escucho Zorba El Griego, siempre me gusto el desenfado de Anthony Quinn en ese film, y su astucia de viejo para llevar serenata en Un Paseo por las Nubes.

Cambio a escuchar Brucia La Luna, Brucia La Terra, la antigua canción siciliana ya tan utilizada en la filmografía mafiosa. Después se me antoja hacer un recorrido rapidín por la llamada Literatura de la Onda.

Por cierto: ¿Qué fue de aquellos ideales contraculturales? ¿A dónde se fueron esas tremendas muchachas izquierdosas? ¿Alguien ha visto recientemente alguna ideología exótica? ¿Y las promesas de la Era de Acuario? Utilizando el revolucionario discurso aquel: tal vez, y solo tal vez, nos hemos lumpen-aburguesado todos.

!Viva el ocio¡ Riego el jardín y desyerbo los geranios; sigo ahora con Peter Frampton, (Baby I Love You Way); Al Stewart, (The Year of the Cat); California Dreamin´; Horse with No Name, Carlos Santana, (Samba pa Tí, Black Magic Woman, y Corazón Espinado).

Bromeando, alcanzo a decirle a mi hijo que cuando escucho la guitarra de Santana, la de Hendrix, la de Clapton, o la de Andrés Segovia; estoy seguro que tenemos algún futuro como especie humana.

Decido no tener algo que reclamarle al 2009, pues ya se fue. En 2010 espero enviar, dar, y recibir más abrazos. Gracias a Dios. Felicidades para todos.